18.- Ojos que mienten

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Al día siguiente me desperté agradablemente y que se note mi sarcasmo ya que me desperté en el suelo de mi habitación, me había caído de la cama al dormirme. Me puse unas zapatillas azules, unos pantalones cortos, una camiseta blanca y una americana azul marino. Fui al instituto con ganas de verle, sabía que me iba sorprender con cualquier cosa, ¿cómo no? Era Luke Hemmings.

-Hola enfermera.- me susurró en mi oído Luke abrazándome por detrás de mi espalda.

-Hola Hemmings.- sonreí.

-¿Qué tal has dormido?

-Perfectamente.

-Dormirías mejor conmigo.

-Lo dudo mucho.- nos reímos a carcajadas, después me giré hacia él y sus labios se iban a presionar contra los míos hasta que el maldito timbre sonó y nos separamos de repente.

-Que te aburras mucho en las clases.

-Gracias.- dije con una sonrisa irónica, claro, como él no tenía a sus padres en casa podía hacer cualquier cosa en cualquier momento con cualquiera, y no me extrañaba nada que hiciese novillos, tenía que aprovechar de que sus padres no estaban. En el recreo me senté en una mesa de la cafetería, menos mal que Rebeca no estaba por ahí, sino ya estaría sangrando otra vez. Karim me localizó y se sentó a mí lado.

-Hola preciosa.- dijo besándome la mano otra vez.

-Hola ligón, ¿qué tal?

-No me puedo quejar, ¿y tú?

-Bien, me duele la cara de ser tan guapa.- dije irónicamente y los dos nos reímos.

-Tu novio me ha estado mirando mal toda la mañana.

-¿Novio?

-Sí, a Luke.

-Ah, es verdad. Bueno por ahora no somos nada.- dije tímida. - No le gusta verme hablar con otros chicos, es...es una manía que tiene.

-No me extraña, tú puedes conquistar a cualquiera, debería estar muy atento.

-No me confundas con una puta eh.- dije abriendo los ojos como platos. Él se empezó a reír mientras Luke hacía muecas de desprecio hacia él.

-Bueno, veo que me va a matar con la mirada, me voy. Adiós guapa.

-Que te vaya bien, ligón.

-¿Qué te quiere ese? - dijo Luke acercándose rápidamente hacia mí.

-Nada Luke.- rodeé los ojos.

-No me cae bien.

-Pues a mí sí.

-Te mira el culo siempre cuando caminas por los pasillos.

-Tú también me lo miras. - dije sonriendo, yo tenía razón.

-Pero yo te lo miro con más cariño, mujer.- dijo sonriendo, le di un golpe en el brazo y nos empezamos a reír. Sonó el timbre.

-Joder, parece que nos tiene manía el timbre, cada vez que estamos juntos siempre nos corta la conversación el puto timbre.

-Adiós enfermera profesional buenorra tonta.

-Adiós retrasado mental subnormal.- nos reímos otra vez. Al llegar a casa estaba a-go-ta-da, no tenía ganas de hacer nada.

-Kiara, ¿me dejas el portátil? - preguntó Michael apoyándose en la puerta de mi habitación con los brazos cruzados.

-Emmm, déjamelo pensar.- me quedé callada diez segundos.- N-O

Incontrolable (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora