Ese estúpido de Arthur había jugado muy bien conmigo, pero se había equivocado en hacerme enfadar. Salí del instituto, vi a Luke hablando con Inna, lo que faltaba. Salí rápidamente antes de que pudieran localizarme, no quería saber nada de esos dos en ese mismo momento.
Llegué a casa, vi a Michael sentado en la encimera jugando al Candy Crush (de verdad, aún no sabía por qué ese juego no le aburría ya de una maldita vez). Me pareció extraño, nunca había hecho novillos. Nunca.
-Hola. - saludé, no me hacía caso. Creo que el sueño de mi infancia de ser invisible por fin se había cumplido.
-Heh. - ¿qué forma de saludar era esa? Ni que fuésemos animales.
-Qué extraño, tú haciendo novillos...
-Hoy las clases no estaban interesantes.
-Mickie, las clases nunca son interesantes e ibas igual al instituto.
-Yo a ti no te pregunto por qué haces novillos.
-Pues te diría una respuesta más lógica que la tuya.
-Sí...-rodeó los ojos.- A ver, ¿cuál es la trola?
-Vete a la mierda, gilipollas.- dije tirando la mochila al suelo, él me miró con su mirada asesina.
Fui a mi habitación, no le vendría nada mal una limpieza a fondo. Pero yo no iba a tocar ni un aspirador ni una fregona mientras mi madre siguiese viva. Cogí unos gusanitos y una Fanta en un cajón, guardaba comida en los cajones, era cierto. Pero había que estar preparada, mis padres podrían castigarme sin cenar. Me senté en el suelo, (menuda mala costumbre) y apoyé mi espalda contra la pared. Solo pasaron diez minutos y ya había comido todos los gusanitos y ya iba por la tercera lata de Fanta. Y después dice mi madre que estoy delgada...Después de un poco escuché la puerta de casa abrirse, (tenía un oído muy fino, lo sé). Me extrañó, ya que Michael no saldría de la casa sin avisarme, y mis padres no volverían hasta las ocho y media más o menos. Entró en mi habitación Arthur, mierda. Me levanté con los brazos cruzados hacia él.
-¿Qué quieres? - pregunté, el buen humor que había tenido al levantarme se había esfumado por completo.
-Te lo puedo explicar todo Kiara, solo tienes que escucharme.
-Me va a costar mucho escuchar a un mentiroso.
-Mira, sabía que estaba ahí, pero es que...creo que estoy enamorado de ti.
-¿¡Perdona?! ¿Y así es cómo quieres enamorarme?
-Perdóname, lo siento...Estaba confundido y me gustas mucho.
-Me da igual.
-Perdóname por favor. Soy un gilipollas, un estúpido.
-¿¡Cómo te voy a perdonar?! Esta vez casi corto con Luke, hemos peleado y he llorado. Tenía ganas de morir, Arthur. Y con un perdón no es suficiente.
-Lo siento...- se giró y se fue de mi habitación, ¿solo me había dicho eso? No, seguramente otro día vendría a pedirme otra vez perdón y cuando pasase eso le gritaría más fuerte.
Eran las seis y media. Qué extraño que Luke no entrase en mi habitación o que se metiese en problemas. Anduve hacia el puerto, necesitaba que me diera el aire un poco. Paré para ver los barcos que embarcaban. Nota mental: tenía que comprarme un yate grande, con putas, para que me sirviesen mis mojitos como si fueran criadas. (Que mala era, lo sé). Vi a Drake, hice como si no lo viera, pero me descubrió y se acercó a mí:
-Hola bonita. -saqué una sonrisa tonta.
-Hola gilipollas, ¿hoy hiciste novillos en clase?
-Te pregunto a ti lo mismo. Las chicas buenas no pueden faltar al insti.
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Incontrolable (Luke Hemmings)
Fiksi PenggemarEmpecé una nueva vida en otro país, entonces fue cuando le conocí. Me acompañó en todo mi viaje, siempre a mi lado. A pesar de todas las infidelidades, de todas las mentiras, de todas las estúpidas discusiones... A pesar de todo eso, y gracias a él...