Adam
Confieso que las palabras de Elena; que ahora sé que solo fueron por resentimiento, me hicieron dudar un segundo y el miedo de que Cara pudiese estar jugando se apoderó de mi cuerpo. Dude de sus intenciones, esa chica me hizo hacerlo.
Lo hice teniendo en cuenta que se trata de una mujer que hasta hace poco le daba asco incluso sentir mi mirada sobre ella, que el día de nuestra boda me gritó que sería mi esposa pero mi mujer jamás, que tiró su anillo de bodas nada más casarse conmigo y el cual ni se imagina tengo en mi poder. Tuve todo el derecho de sentir miedo y de verdad esas palabras de Elena por unos instantes me hicieron preguntarme si no estaba siendo muy estúpido, si solo me estaba dejando llevar por este amor tan grande que siento por Cara y estaba cegándome a la realidad... la estúpida realidad de que fuese solo una buena actriz fingiendo que le gustaban mis besos y caricias cuando solo deseaba seguir lastimándome para cobrar su venganza..., pero al final solo fueron dudas estúpidas. Ahora sé que no es así, su sonrisa auténtica, esa que yo amo tanto, esos besos que me llevan al límite de la locura y con sus palabras leales y sinceras arrancó cualquier duda e inseguridad de mí.
No tengo nada de lo cual temer.
Yo sé que Cara no me ama como lo hacía en el pasado, lo tengo clarísimo porque ese amor que ella un día me ofreció yo lo rompí en pedazos y lo volví nada, pero mi deber ahora es hacer todo para volver a unir cada uno de esos cachitos rotos, unir cada pieza y volver a ser el dueño de ese corazón. Es mi meta ahora, volver a reconquistar a esa mujer. Quiero que mi esposa se enamore de este hombre que soy ahora y olvide por completo al hijo de puta que alguna vez fui y que la dañó de la peor forma sin tentarse el corazón. Deseo hacer que le duelan los segundos que no estoy a su lado, tal como me sucede a mí. ¿Qué es pedir mucho y deberé esperar mucho tiempo? Estoy más que dispuesto, tiempo, paciencia y amor tengo de más.
Me niego a pensar en el hecho de que en algún momento ella estuvo colada por el imbécil de Forter, al menos sé que no puso sus sucias manos sobre mi mujer, aunque si su boca, pero no la hizo suya. Si siente algo por él ya yo me encargaré de sacárselo de ahí. Lo juro por mi vida. Y espero por su bien, ese mequetrefe no se vuelva acercar a ella y atentar contra mi intento de hacer feliz a mi mujer porque no pienso permitir que intente arrebátemela. Es mía, es mi esposa, y si antes peleaba por ella, estoy dispuesto a pelear con muchísimas más fuerzas esta vez. La quiero demasiado para perderla. Ni siquiera fui capaz de renunciar a ella como dije en el hospital que haría, tan solo fue besarla y comprender que de ninguna forma puedo renunciar a la dueña de mis latidos y la sonrisa enamorada que no ha desaparecido de mi rostro esta mañana.
Sonrío, pensando en cómo me las ingeniaré para llenar a mi mujer de felicidad, toda la que ella se merece.
Cara se merece el mundo porque a pesar de que es terca, malhumorada, caprichosa y bastante voluntariosa; pues es especialista haciendo su santa voluntad siempre, ha sufrido mucho en la vida.
— ¿A qué se debe que mi hijo este sonriendo solo? —Me sorprende mi madre mientras estoy en la cocina, tomando un vaso de agua para disminuir el calor después de varias horas trabajando en el rancho.
El campo es un trabajo duro, no es nada fácil domar yeguas, de las que me he caído en más de una ocasión. Sin contar que una de ellas, hasta me mandó al hospital hace unos meses con una contusión celebrar después de haberme tirado... Arrear vacas, y todo el esfuerzo y energía física que ese trabajo conlleva, no es una perita en dulce, Sin embargo, me gusta el trabajo duro. Me da gusto saber que contamos con una de las haciendas más productiva de esta región gracias a que me esfuerzo mucho para lograrlo.
Nunca quise salir de este pueblo, estudié mi carrera de veterinaria; la cual me ha servido para manejar a la perfección el cuidado de los animales, en la universidad estatal cuando tenía los medios para estudiar en una reconocida universidad de cualquier parte del mundo y conseguir un gran título, pero preferí quedarme acá porque a decir verdad este pueblo de pocos habitantes, donde llueve la gran parte del año, donde un día hace un frío que te pela los huesos y al otro un calor que solo te provoca quitarte toda la ropa y andar en bolas, me gusta mucho. Palmer es mi lugar perfecto en todo el mundo, con mi familia a la que tanto amo.
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Por una promesa © DISPONIBLE FÍSICO Y DIGITAL, AMAZON
RomanceCompleta/ Por tiempo limitado LIBRO 1 DE LA SERIE «AMORES INEVITABLES» Por una promesa es una historia de amor, pero también es de odios y rencores del pasado, una historia donde el odio juega un papel fundamental, y solo una fuerza mayor y superior...