Venus (COMPLETA)

Capitulo 9 - Soledad

                             * * *
Me quedé fría. De repente, los recuerdos llegaron todos juntos.

"No me toques, un padre no vende a sus hijos como en los tiempos de antaño"

Recordé aquellas tardes, cuando nos reíamos, cuando me enseñaba a tocar piano, cuando lo enloquecía y me escapaba de casa, cuando me abrazaba de pequeña, cuando me decía que debía ser fuerte, todas las veces que me dijo que yo era el amor de su vida y me amaría sobre todas las cosas. Eso, eso era lo que más me estaba quemándome por dentro, iba a desplomarme. Estaba a punto, Genoveva estaría destruida aunque no tanto, como me iba a poner yo cuando lo viera. Cada palabra retumbaba en mi cabeza nuestra última discusión y desde entonces no habíamos hablado, aun cuando tuve teléfono jamás lo llamé y ya no podía hacerlo.

"Tú eres mi verdadero amor, Terca hija mía. Aunque ya no este tu madre siempre estaré yo"

Sus recuerdos, sus palabras, todo. Tomé aire y respiré hondo, todo vino en segundos...todo.
Solo podía oír a Lily sollozar al otro lado de la línea.
Fuerza, fuerza, fuerza.
— ¿Genoveva ya se está encargando del sepulcro?—. Pregunté apenas con un hilo de voz.
— Genoveva y sus hijas, están desaparecidas. Nadie sabe nada de ellas, necesitan que vengas a reconocer el cuerpo o no lo entregaran. — me explicó entre gimoteo.
—Venus...- escuché su voz y tomé aire, las lágrimas amenazaban con salir. Seguramente ya el sultán sabía lo que sucedía. Carraspeé un poco tomando el teléfono y colgándole a Lily.

—Debo volver Zahir. — anuncié aunque sabía que jamás me dejaría ir. Era tan inútil hablar con él y con lo mal que últimamente me trataba, no dudaba que dijera que no.
— Te prepararan las maletas. — musitó aquello, me cogió de sorpresa y me di vuelta encarándolo, tenía el rostro sombrío, al parecer no era la única afectada por la muerte de mi padre. El señaló al frente y un auto negro se acercaba. — ellos te llevaran al aeropuerto, ya saben cómo sacarte de aquí.

Sacarme.
Te llevaran.

Tenía que preguntarlo...
— ¿tú no iras conmigo?—. Le pregunté aun parada allí, sin querer mover ni un musculo — Zahir...— este solo negó. — ¿Por qué?
— Eres libre Venus. — Dijo simplemente, con rostro contrariado y entró como una flecha a la mansión, me quede allí aún más pasmada de lo que estaba, sin poder creer lo que oía. Debía ser una broma, Pero no tenía tiempo de pensar ni en Zahir, ni en nadie.
Yo debía preparar un velorio.
Debía ir a casa, Necesitaba verlo.
Pero.... ¿Por qué no quería irme sola?
Sentía tanto miedo de afrontar todo sola.

Uno de los guardias me abrió la puerta, al entrar se me sentó uno de cada lado. Lo odiaba, lo detestaba pero no quería estar sola y él simplemente volvía a darme la espalda.
Una vez en el auto con maleta en mano, apurada y acelerada, discutí con los escoltas cuando me encapucharon, definitivamente el sultán no quería que yo supiera ni como salía, ni como entraba de la isla. ¿Qué importaba? me estaba dejando ir. ¿O tal vez no?

                             * * *
No lloré al pisar Mi Venezuela.
No lloré cuando me recibió Lily, junto al asistente de mi padre.
No lloré cuando identifique el cuerpo en la morgue.
No lloré cuando vi como lo preparaban, ni en la funeraria.
Tenía ya tres días en Caracas, tres días en que no pisé la mansión Moon. No comí, no dormí, no supe de Genoveva, no lloré, no me desplomé.

— Venus. — Llamó mi atención Lily, miré por última vez aquella tumba, hasta que empezaron a tirarle tierra. Tumba situada al lado de la mi madre.

Firmé. Estaba sola y no podía desplomarme ni derrumbarme, estaba quemándome en mi propio infierno personal. Voltee a verla tenia aquellos ojazos café, bastante rojizos, hinchados de tanto llorar, pero se veía igual hermosa. Lily era delgadita pelo liso castaño, ojos café; tenía un rostro perfilado precioso, ella era muy atractiva a pesar de su poco busto y trasero, era Una miss, Mucho más alta que yo.