Venus (COMPLETA)

capitulo 1 - Negocios

                              * * *
Observé por enésima vez aquel papel, luego a mi viejo padre Michael, a Genoveva su nueva esposa y en seguida aquella acta de matrimonio. La mire, la mire, y la mire.

— ¿Es enserio?—.le pregunte a todos allí. Por todos, hablaba de mi padre, mi madrastra, el jefe fiscal, los guardaespaldas, y el vicepresidente de la empresa de mi progenitor. — No lo voy hacer. No pueden obligarme. Tengo derechos—. Dije fingiendo seguridad en mí. La cual por supuesto no tenía, porque por las malas mi padre conseguía lo que fuera.
— Si lo harás —. Reclinó mi padre.
— ¡Tengo 16 años!, soy un bebé —. Resople con el lapicero en mano.
—No fuiste un bebé de 16 años, cuando decidiste tatuarte un brazo, todo el estomago y pintarte el cabello de blanco sucio —. Rechinó mi madrastra. Y eso que no me ha visto el resto del cuerpo y no es blanco sucio, es gris. Los pensamientos internos florecían al pasar los segundos.
— Bebé, precoz—. Solté con rapidez para luego rodar los ojos. — ¿Por qué no casas a una de tus dos hijas? son mayores que yo.
— Él no se quiere casar con ellas —. Me explicó el vicepresidente zayk. Jamás había estado más segura que esto era un complot, Ni siquiera sabía el nombre del individuo con el cual me casaría. Mi padre y sus negocios.
— Ni un mono borracho se casaría con alguna de esas dos. — Admití, haciendo reír a más de uno allí  y escuchando el resoplido de Genoveva. —Venga—. Mire a mi padre. — ¿Es una broma? —
— Tienes 16, pero cuerpo de 20 y mentalidad de 30. Firma los jodidos papeles Venus. — Me amenazó y yo aún no podía creerlo.

— Todos ustedes enserio tienen cojones, Hacerme creer que íbamos a otro lado. Traerme engañada y sin consultármelo, anunciarme que me van a casar y hasta hacerme las maletas. — dije mirando de reojo el par de maletas, que seguramente eran mías. Las había visto desde que entre a aquel lugar. — Obligarme a firmar el libro civil, Vaya — silbé mirando a mi padre. — De todas, Esta ha sido la peor Michael — Dije con tono agrio. Lo vi dudar, pero sacudió la cabeza.
—Vamos, es importante — Me insistió Genoveva. Voltee a verla y esta dio un paso atrás. Siempre me había temido, evitaba encontrarse a solas conmigo, me huía, como si yo fuera a comérmela.
— Maldita sea. — gruñí bajo. Resignándome, entendiendo que si me ponía aún más terca me iría peor, sin más firme aquel libro civil  incluso las manos me temblaban de la impotencia que cargaba. Al finalizar termine lanzando el pobre lapicero contra la pared. Vi la mano de Michael acercarse. —No me toques—. Le susurre con ira. — En tu vida me vuelvas a tocar. — Lo miré de reojo con todo el rencor que poseía en ese momento y podía transmitirle. Alguien más puso en la mesa un anillo de oro, que tomé soltando una leve risa sarcástica. — Menuda mierda — dije colocándome aquel anillo costoso en el dedo, irguiéndome con el poco orgullo que me quedaba.
— Hija... — comenzó a decir Michael, pero lo corté.
— ¿Hija? los hijos no se venden ni se cambian como en los tiempos de antaño con esta ha sido la última Michael — Mirando al jefe civil me coloque mis gafas de sol negra. — Le voy hacer la vida imposible al viejo decrepito multimillonario que seguro has conseguido — dije.
— Prepárate. — Escuché repentinamente una voz varonil a mis espaldas. — Porque… — Me di vuelta viendo dos impactantes ojazos grises mirándome de lo alto, porque aquel hombre era dos cabezas más alto que yo. — Ni te imaginas a quien intentaras hacerle la vida imposible. Te la haré un infierno. — Si, era bien ruda, valiente pero ante un mastodonte como era aquel hombre a cualquiera se le bajaba el heroísmo.

Y así, termine casada con el mismísimo rey demonio.

*

************
Mi instagram:
@jhoanagvargas_
Edicion:
@lavecinanaranja