Capitulo 10 - Caretas

68.8K 4.4K 811
                                    

                             * * *
Los gritos de Gael retumbaban en la mansión, los cuales eran dirigidos a Zahir, mientras era sostenido por dos de sus compañeros policías y  más allá Lily intentando calmar a su hermano.
Estaba enervado, porque el sultán no me dejó responder, sino que me tomó y me llevaba a empujones obligada por él hacia su camioneta mientras lo ignoraba, Zahir le sonrió. Gael no podía tocar a mi esposo él tenía demasiado poder y lo mejor era irme con él para que no terminara la cosa peor.
Aunque tiraba de mi muñeca, estaba tranquilo o eso estaba haciendo parecer porque no perdía su compostura elegantona. Me abrió la puerta del auto incluso aun oía a Gael llamarme pero no lo pensé dos veces y subí.
Sorprendentemente aparte que se fue conmigo en la misma camioneta, Zahir no dijo ni una palabra, absolutamente nada, pero yo...

Él terminó sacándome de mi casa, terminó haciendo que la única persona que podía ayudarme con lo de Michael, se enojara conmigo. Ahora más que nunca debía tener endulzado y ahora...
Quería matar a Zahir.
No solo era que habían desvalijado la mansión, era también que a Michael, lo habían cazado. El dijo que lo mataron, sabían dónde y a qué hora estarían. Dejaron que se montara en su camioneta y del más allá dos motorizados lo interceptaron y balearon con un AK45, la camioneta quedo vuelta nada eso... eso, era sicario.

Michael tenía muchos enemigos eso era cierto, pero para nadie era secreto que su yerno era el sultán, atacarlo a él era hacerle la guerra a Zahir y no creía que existiera alguien capaz de aquello ¿O sí?
Eso Iba a atormentarme por siempre la cabeza.
Íbamos en la autopista, cuando vi por el rabillo del ojo que Zahir me miraba.

Me miraba.
Me miraba.
Me miraba.

— ¿Que tanto me ves? siempre lo haces.
— me gusta verte. — El tono con que me lo dijo, fue tan suave que solo pude ver su acostumbrado mal gesto, pero con aquella expectante mirada asecharme.

Baia... Baia... Baia.

No quise ni hablar más, ni preguntar porque ante su suave respuesta, su rostro y sus cautivadores ojazos grises demandaban algo... Guerra.
No fue hasta que llegamos al hotel y que solté mi teléfono en la mesa, cuando sentí sus pasos detrás de mí.

— Ya vas a empezar. — fue lo que alcancé a decir, cuando Zahir me tomó por el hombro y me volteó hacia él.
— Si, si voy a empezar. Quiero que hablemos.
— Vaya. — dije sonriéndole. — El hombre de pocas palabras, ahora si desea hablar ¡Interesante!
— Deja a un lado el sarcasmo. — me dijo con rostro serio, parado frente a mí. — ¿Quién es él? ¿Que tiene que ver contigo? ¿Por qué dijo que necesitaba de ti?

Carajo... este tiene oídos bionicos o me puso micrófonos en la ropa, Lo mire sorprendida ¡Que intrépido!

— Eso no es de tu incumbencia Zahir ¿Acaso yo te reclamaba por alguna de las jinetes? — toma un poquito de tu propia medicina... Machista empedernido. Vi que elevó la ceja y lo supe, comenzaba a provocar al demonio.
Me gustaba.

— No has respondido mi pregunta.
— Es Gael. — dije encogiéndome de hombros. —  No hagas drama Zahir, que yo no lo hago por tus amantes.
— ¡¿Estas queriendo decirme que es tu amante?!— . Me preguntó gritando.
— ¿Que se siente saber que hay un hombre que hace feliz a tu esposa y no eres tú?

Uff, estoy toreando a mi ganado. La boca de Zahir cayó abierta de sorpresa, una risa estuvo a punto de salirse de mi boca, por alguna extraña razón sentía un fresquito al verlo tan perturbado por la presencia de Gael y lo que había entre ambos.

V E N G A N Z A.

— Venus. — amenazó y vi como fruncía el ceño.
— Zahir. — dije cruzándome de brazos. — No preguntes estupideces y deja los celos...
— ¡¿Celos?!—. Preguntó y a continuación comenzó a reír negando.

Venus (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora