El escuadrón apocalíptico •||En Edición||•

·CAPITULO 55·

Narra Sofia:

Llegada la noche, decidimos cenar todos juntos. Pues siempre comiamos por separado. Los chicos fueron muy buenos y cargaron a Alanna hasta el comedor,se la veia feliz de por fin abandonar esa habitación.

Alanna estaba sentada en la punta, Alex y Alhelí a la izquierda, Liz y Santiago a la derecha. A Keira la sentamos en la otra punta, y Fran y yo nos ubicamos, uno en la izquierda y el otro a la derecha.

Liz y Santiago estaban en su mundo, mirándose, tomandose de la mano, sonriendo como enamorados.

Alex estaba más concentrado en Alhelí que en la cena,mientras que ella solo hablaba con Alanna sin percatarse del chico a su lado.

Y por nuestra parte, Keira hablaba hasta por los codos. No sabia como podia hablar de todo, pero con cada cosa que nos contaba, nos reiamos. Es una niña hermosa y nosotros podemos ser su familia.

Terminada la cena, levantamos todo.

Liz: Sofi! Em con Santi nos preguntábamos si no querian que nos quedáramos con Keira esta noche, para que tengan un rato a solas- nos dió una mirada cómplice. Y antes de que pudiera responder, Franco lo hizo.

Fran: SI! Claro que si! Ustedes tienen la cama para ella nosotros nos vamos a la nuestra- y luego de eso me llevó del brazo, corriendo, hasta la habitación.

Narrador Omniscente:

Cuando llegaron a la habitación, Franco cerró la puerta con llave y se dió la vuelta para observar a su novia. Se acercó a ella despacio.

Franco: Te amo- y eso fue lo último que faltó para que Sofia se acercara y atrapara los labios de su novio en un fugaz beso.

Franco no lo dudó ni por un momento y le correspondió casi de inmediato. Le siguió el beso con gentileza, cariño y sobre todo, ternura; que se fué acabando rápidamente conforme pasaban los segundos.

Sofia miró a Franco a los ojos y le sonrió de lado, sabia lo que iba a pasar, sabia lo que ella queria..bueno el también lo queria, si vamos a ser sinceros.

Se lanzó y sin tener cuidado alguno, se besaron con fiereza y salvajismo, ninguno de los 2 lograba tener autocontrol.

Franco fué bajando los besos hasta toparse con el cuello de la joven. Ya ahi no dudó ni por instante en dejar chupetones y mordidas, que proximamente se convertirian en pequeñas marcas; Sofia alzó un poco su cabeza, lo suficiente como para que Franco tuviera más espacio para dejar besos húmedos en la mayor parte de esa zona.

Gemidos casi inaudibles son los que salian de la boca de la joven, lo que exitaba más a su pareja.

Franco pudo sentir como se estaba poniendo duro alli abajo, pero hizo caso omiso a este. Fué bajando lentamente sus manos hasta llegar a la cintura de la chica, en donde introdujo ambas manos para poder acariciar el abdomen de ella.

Luego de unos minutos de deseperación y calentura, sacó la remera de Sofia dejándola solo en sostén.

Alzó a su novia, haciendo que esta rodeara su cuerpo con sus piernas. Comenzó a caminar hacia la fria pared donde la espalda de Sofia chocó contra esta haciendola soltar un pequeño jadeo.

Siguió besando su cuello sin piedad.

Ella gimió al sentir el miembro de Franco chocar contra su feminidad.

Franco: Vamos a la cama- susurró el joven en el oido de Sofia, provocando un estremecimiento de su parte.

Sofia: Bien- contestó ella en voz baja y sumisa.

El chicó comenzó a caminar hacia la cama sin despegar sus labios de los de ella.

Lanzó a Sofia a la cama, y ella se quitó sus jeans y zapatillas.

Franco subió a la cómoda cama dejando caer su peso sobre ella procurando no lastimarla.

El calor fue aumentando, inundando el lugar a causa de los besos y movimientos que hacia la pareja.

Sofia tomó la iniciativa y decidió tomar el control de la situación, por lo que agarró a Franco de la nuca y lo obligó a colocarse debajo suyo. Al lograr su cometido se tiró sobre él y mordió su labio inferior. Mientras tanto, sus manos desabotonaban la camisa roja de Franco. Escuchó como soltaba un gruñido ante aquella acción.

Al lograrlo, admiró el torso de su novio. Luego se dispuso a quitar las dos ultimas prendas que aprisionaban ese bulto que crecia cada vez más, provocando que Franco gimiera de dolor de vez en cuando.

En este punto..Franco mandó al carajo todos sus principios, ya que su limite de paciencia se habia agotado desde el momento en el que Sofia se puso encima suyo. La tomó de la cintura y la giró hasta quedar ella debajo de el. No esperó demasiado y quitó sus bóxers junto a la ropa interior de su novia.

Ya no podia aguantar más.

Alcanzó un sobre plateado que estaba en la mesita de luz y se lo puso. Tomó a la chica fuertemente de las caderas, para meter su miembro dentro de su novia de una sola estocada.

Soltó un agudo gemido que inundó toda la habitación, y se podria decir que también la casa. Gimió nuevamente al sentir como la penetraba una y otra vez sin parar.

No se lograba escuchar otra cosa, a excepción de los fuertes gemidos de ambos.

Después de una penetraciones más, sintió como llegó al orgasmo con ella.

Respiraron tranquilamente y luego se acostó al lado de su novia. Se cubrieron con las sábanas y ella se abrazó a él.

Franco: Te amo-dijo, dejando un beso en su cabeza.

Sofia: Y yo a vos- y se quedaron completamente dormidos.