¿Alguna vez pensaron en que, un simple día podría dar un giro totalmente inesperado? ¿Llevándose consigo muchas vidas, causando desastres a nivel mundial y el surgimiento de ciertas "bestias"?
Espero que se hayan planteado esa posiblidad, porque esa es actualmente mi realidad.. . . . .
Narrador omnisciente:
–¡Hija! ¡Debes despertar o llegarás tarde al colegio! – gritó algo desesperada una mujer de unos cuarenta años, entrando al cuarto de su hija que contaba apenas con dieciocho años cumplidos hace apenas dos meses. Toda una mujer, se repetía la madre casi todos los días.
–¡Mamá, cierra eso! – exclamó la menor en la habitación cuando la luz llegó a su rostro, provocando molestia en ella, por lo que no dudó en taparse con las mantas.
–Sofía, es lunes, no me hagas esto. – suplicó mientras jalaba de las sábanas de aquella cama hasta dejar a la menor totalmente destapada. – Cuando te vistas, baja rápido para desayunar. – al decir eso, abandonó sin decir más el cuarto de su hija, yendo a la cocina para terminar de acomodar sus cosas antes de ir al trabajo.
– Agh...en estos momentos, me puedo identificar muy bien con Garfield.
Al salir de la cama, corrió al armario para tomar unos jeans negros, una camiseta a cuadros gris y sus vans. Todo esto lo dejó sobre la cama para poder arreglarse tan rápido como se lo permitieran sus manos, y al salir, se colocó las ya nombradas prendas.
Tomó su mochila con rapidez junto al celular y sus tan preciados auriculares, bajando así con estos a la cocina donde su madre le esperaba con un buen desayuno, el cual constaba de huevos revueltos, jugo de naranja, dos tostadas y una barra de cereal que siempre acostumbraba a llevar para su receso.
No tardó mucho en sentarse para poder disfrutar de la comida; no se había percatado de cuan hambrienta estaba hasta ver aquel desayuno.
A su lado, su madre tosió sin disimulo alguno, por lo que la menor solo tragó los alimentos y sonrió con cariño a su mayor.–Buenos días, buenos días...ah, gracias por el desayuno, siempre te sale perfecto. Además, trajiste la barra de cereal que me encanta. – este bocado, además de cereal y miel, contaba con manzana.
Satisfecha, su madre sonrió y dejó un sonoro beso en la mejilla de su hija.
–Ahora sí, buen día, tesoro. – se colocó con paciencia su bata de hospital y, como siempre, algo de perfume. – hoy no podré llevarte, debo ir al hospital; hoy trabajaré hasta tarde. Según dijo Mario, hay mucha gente enferma y no es una enfermedad que él conozca, debo ir a ayudar. ¿Puedes pedirle a Santiago que venga por ti?
–Tranquila, no hay problema. – la hija era consciente de que su madre era una persona genial, le tenía muchísima admiración por cómo mostraba su dedicación al trabajo. Mientras bebía un poco de su jugo, envió un mensaje a su amigo de toda la vida, el cual no tardó en responder, diciendo que estaría allí en pocos minutos.
–Muy bien, ya tengo todo. – con su sonrisa intacta, abrazó a su hija con algo de fuerza, acariciando a su vez el cabello de la menor. – Volveré para cenar, ¿si? Traeré pizza para la película. – y, con calma, tomó su bolso, llaves del auto y abandonó el hogar.
–Nos vemos en la noche. – susurró la menor en completa soledad, sintiendo cierta opresión en el pecho luego de decir aquello.
Llamada entrante. . ."Santiago"
–¿Diga? – habló tranquila mientras colocaba su mochila sobre su hombro y tomaba las llaves de su hogar.
– Estoy afuera, preciosa; sal antes de que lleguemos tarde. – la menor colgó la llamada y salió rápidamente de su hogar, colocando seguro antes de alejarse por completo de la puerta.
Al ver a su amigo con el vidrio bajo de la puerta del piloto, aprovechó para pellizcar su mejilla antes de entrar al vehículo, el cual arrancó ni bien estuvo dentro.
Santiago y yo somos amigos desde que tengo uso de razón. Su mamá y la mía eran mejores amigas, y cuando mi mamá me trajo al mundo, ella me llevó a conocerlos, a ella, y a su hijo.
Santiago me lleva apenas un año, y cuando nos conocimos, nos volvimos inseparables.–Buenos días panda.– la menor no mostró su molestia por el repetitivo apodo, pero su amigo sabía cuánto le molestaba. De chiquita, tenía un pijama que amaba con su vida, uno de panda de cuerpo completo. Lo utilizaba a diario, y el mayor aprovechó para molestarla.
–Dios, ¿cuánto seguirás con ese apodo?
–Hasta que me canse de él.. cosa que se que no pasará– respondió divertido mientras volteaba solo unos segundos para guiñar su ojo derecho a la menor.
–No puede ser.. aún no sé como Maya te soporta.
–Me ama, por eso- dijo con una sonrisa que mostraba puro amor a su pareja.
–Si, debe ser..
–Sé que en algún momento tendrás una persona que amarás con todas tus fuerzas, así como yo amo a Maya.
–Si, pero esa "persona" ¿me querrá tambien? ¿O tendré que salir perdiendo por amar a alguien que no me corresponde?
–Ya deja de pensar de ese modo, Martín fué un idiota que no supo ver a la hermosa chica que tenía frente a sus ojos. Ya vendrá alguien que si sepa hacerlo.
–Mejor no hablemos de el..– rogó la chica con la mirada fija en la ventana y los ánimos nuevamente por el suelo al recordar su penosa confesión de los quince años.
–Si, lo siento..- dijo con la mirada fija en el camino, y al pasar los minutos, detuvo su vehículo
Llegaron a su colegio.
. . . . .
CAPÍTULO TOTALMENTE CORREGIDO.
Empezamos con la correción de toda la temporada, así que si quieren pasarse otra vez para revivir sus momentos con este gran grupo al que le deparan muchas aventuras, ¡adelante!
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El escuadrón apocalíptico •||En Edición||•
Fiksi RemajaHubo cierta etapa en la que me había encantado la idea de un apocalipsis, como a cualquier persona que lea o vea algo relacionado con los muertos vivientes, pero cuando ocurre...deseas volver a como todo era antes. Yo estoy tratando de sobrevivir e...