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"I might hate myself tomorrow but I'm on my way tonight"
MADISON'S POV:
Después de haber llorado lo que creí suficiente, la rabia volvió a recorrer cada centímetro de mi cuerpo y a nadar con rapidez por toda la sangre que colmaba mis venas. Estaba enfadada con el mundo, pero sobre todo con Amber y Justin.
Este último me había llamado varias veces en los últimos dos días, que eran los que habían pasado desde aquella terrible discusión, pero no quería saber nada de él. Me había demostrado suficiente creyéndose lo que aquella imbécil le había dicho.
–¡Las tengo! –Izzy volvió a sentarse justo en frente de mí.
Había quedado con un chico para comprar las entradas de una fiesta que habría ese sábado. La daban las facultades de ingeniería de UCLA –mi universidad– y UCSB –la universidad de Justin y Ryan–, en una de las discotecas más grandes de la ciudad. Lo hacían todos los años al empezar el segundo cuatrimestre y era de las mejores fiestas a las que podías asistir.
–Pues ale, a ahogar las penas en alcohol el sábado –sonreí divertida.
–Amo los jueves en los que salimos temprano de la biblioteca y salimos a tomar algo –me dio mi entrada para que la guardase en la cartera.
–Deberíamos pedir un deseo cada vez que pasa –alcé las cejas varias veces–, porque son fechas para recordar.
El camarero que nos había tomado nota, nos trajo finalmente los tacos que habíamos pedido y no dudamos medio segundo en atacarlos. Teníamos un hambre voraz.
–¿Ryan irá? –Alcé una ceja, mirando como Izzy se limpiaba con una servilleta.
–Supongo que sí –asintió–. La fiesta la monta su facultad.
–¿Y montaréis fiesta después en su casa? –La miré con diversión.
–Pues es muy probable –asintió.
–Venga –alargué la 'a', como si fuese una niña pequeña–. Cuéntame algo de lo vuestro.
Izzy rió al ver cómo me estaba comportando y dejó la comida sobre el plato.
–En realidad no hay un "lo vuestro".
–Me has entendido perfectamente así que no te vayas por las ramas.
–Pues no sé, Maddie –se encogió de hombros–. Me rio muchísimo con él y está todo el día picándome e intentando sacarme de quicio.
–Menos en la cama –reí.
–Exactamente –asintió, de acuerdo con el comentario que había soltado–. Es completamente diferente a Joe y se lo agradezco enormemente.
