Cap 15- No debiste venir

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Cap 15- No debiste venir

Leo:

— No debiste venir — dije sin pensar. No es que no la quisiera ver, al contrario, moría por volver a sentirla cerca. Lo malo del asunto es que me tenía que conformar con verla y saber que era de otro.

— Leo — llevó sus dedos a mi cara y acarició tiernamente — perdóname, fue mi culpa.

Le tomé su mano entre las mías, no soportaba ver el dolor y culpabilidad que sus ojos llenos de lágrimas mostraban.

— Nunca, escúchame bien, nunca te sientas culpable de lo qué sucedió, porque no fue culpa tuya.

— Si yo hubiera saltado cuando me lo pediste...

— No, si lo hubieras hecho esos perros te hubieran matado a ti.... Y sabe esto, yo puedo vivir con esto — apunté a mi rostro — con lo que nunca podría vivir, es sabiendo que tú no existes.

— ¿Porque no me buscaste antes? ¿Por qué no diste indicios de vida? ¿Tienes idea de lo que viví al creerte muerto? Perdí la razón....al creer que nunca más te volvería a ver.

— Shhh, lo sé — la abracé tratando de consolarnos mutuamente, porque al igual que ella mis lágrimas corrían sin control.

Lloró en mis brazos y esas lágrimas que mojaban mi pecho quemaban más que el fuego de aquella explosión. Respiré profundo inhalando su esencia, recordando lo que se sentía tenerla justo así. La tomé de la mano y dirigí al sillón.

— Cuando pasó aquello quedé muy mal. Después de la explosión, los hombres de esa mujer nos seguían buscando. Gracias a Dios un buen hombre que pasaba por ahí me recogió y me llevó con él. Le ofrecí una fortuna para que no me llevara al hospital y como te imaginarás, la recuperación fue muy lenta y dolorosa. Cuando pude comunicarme mejor, le pedí que te buscara y a los meses te encontró en un instituto mental. En ese momento sabía qué yo no podía cuidar de ti, así que le deje saber a William de tu paradero.

— ¿Tú se lo dijiste? ¿Siempre supiste que estaba con él? No entiendo ¿Porque él? Tú conocías perfectamente mis sentimientos...

— Precisamente por eso — la interrumpí — por ese sentimiento que existía entre los dos, sabía que él era el único que podía cuidar de ti. Si algo me tranquilizaba era saber que estabas con él.

— Pero tú sabías que tarde que temprano pasaría....

— No me importaba con tal que estuvieras bien. Yo no sabía si sobreviviría o como quedaría y... Natalie, siempre te he amado y siempre te amaré. Para mí lo más importante es tu felicidad y sé que eres feliz. Te he observado en silencio desde las sombras y créeme que ver el brillo que tus ojos irradian al verlo a él, alumbraban mis días. Es verdad que al principio temía, pero cuando te vi aquella tarde en tu balcón y oí que — llevé mi mano a su vientre — serías madre, todo miedo, todo dolor, desapareció. Ya no eres la misma que yo conocí. Ahora eres tranquila y eso es porque estás en paz. Esa paz solo la da el verdadero amor y aunque me duele saber que nunca más serás mía, estoy feliz por ti.

— Leo — limpió sus lágrimas con la mano — yo siempre te amé. Contigo viví una vida llena de locuras, pero con él he descubierto que la vida te puede ofrecer mucho más. He aprendido que no todo es droga y sexo. Hay algo que me eleva más que las drogas, que me da más adrenalina que las balas rozando mí cuerpo y eso es saber que tendré algo por que vivir. Que al despertar tendré a mi hijo en brazos y a... Él a mi lado.

— No quiero imaginar cómo va a ser cuando crezca — cambié el tema. Aunque tenía claro que nunca volvería a ser mía, no dejaba de doler como los mil demonios. Ella necesitaba estar tranquila y verme triste solo la preocuparía más —ojalá sea como tú, eras una traviesa de niña ¿Lo recuerdas?

Enseñame a Olvidar II: volver a nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora