Cap 25- Lo quiero lejos de Melissa

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Cap 25- Lo quiero lejos de Melissa

Natalie:

- Todo va a estar bien mi amor, no te preocupes tanto. Elías ya es un hombre hecho y derecho, que sabe muy bien lo que quiere.

- ¿Cómo puedes decir eso tan tranquilo Willam? Él creé que ir en contra... ¡Maldita sea! No sé ni cómo llamarlos. Tú sabes muy bien lo que les pasa a esos hombres que entran encubiertos....

- Él nunca dijo que lo haría... - me interrumpió. - Aún si lo hiciera, él es muy inteligente...

- Necesito hablar con Leo. No sé, hacer algo para que lo corran de la academia....

- Ya para de decir tonterías...

- Si él decide hacerlo, ira contra gente que nos fue fiel por años, contra Leo y después contra nosotros, porque van a venir tras de nosotros....

- Leo sabía lo que sucedería y aún así lo apoyo. Fue contra nuestra voluntad y pagó su escuela. En cuanto nosotros, aquí estaremos esperando ¿O me vas a decir que tienes miedo?

- ¡Maldita sea William, entiende! - río por lo bajó, le parecía gracioso verme así. - si vienen, se darán cuenta de quiénes somos. ¿Te imaginas lo que pensarán todos? Será un desprestigio para él. Él ya me odia de por sí, cree que soy la peor de las mujeres, imagínate después.

- ¿Eso es lo que te preocupa? ¿Lo que la gente diga?

- Lo que la gente diga me vale un cacahuate. Me importa lo que mi hijo piense de mi.

- Te ves hermosa cuando te enojas así. Eres la misma Natalie de la que me enamoré hace tantos años. - se acercó a mí y me besó tiernamente. Siempre sabía que hacer - te amo.

Eso fue todo lo que necesite, para tranquilizarme. Hacer el amor siempre fue mi adicción, pero hacerlo con él, mi debilidad. Ver su duro cuerpo desnudo fundiéndose con el mío, me hacía perder la razón.

Ya no éramos esos dos jóvenes de veinte años alocados y sin control. Al contrario, nuestros rostros mostraban muchos años de penas y dolor. El pelo, ya no era del todo negro, pero mi amor por él estaba más fuerte que nunca. Sus besos y caricias eran terapia para mí alma y sabía que si algún día lo llegaba a perder....

Nunca, ni en mis más lejanos sueños llegué a imaginar amar con la intensidad que lo amo a él.

El tiempo seguía su curso y Elias demostraba cada vez ser el mejor agente de su división. Me sentía muy orgullosa de él, pero el miedo que le fuera a pasar algo crecía cada vez más.

Recibió varias medallas de honor al atrapar gente poderosa. Cada vez era más seguro de sí mismo y se arriesgaba más y más.

Su orgullo decía él, era ser hijo de dos personas humildes como nosotros. ¿¡Humildes!?

- Voy a ser que seas la mujer más orgullosa del mundo mamá, porque yo soy el hijo más orgulloso del planeta - dijo una noche que charlamos.

- Soy la mamá más orgullosa del mundo hijo y no son tus medallas, ni tu inteligencia, ni tu valentía, lo que me hace sentir así. Si no tu corazón, tu humildad, el simple hecho de ser mi hijo. Así que mucho cuidado con que te crezca él ego - me abrazó y besó mi frente.

- Te amo mamá y mientras te tenga a mi lado, dirigiendo mis pasos, no lo haré. Ustedes me han enseñado a tener los pies en la tierra, a tener control de mis acciones. Nunca los he visto perder el control, es más, nunca los he visto enojarse siquiera.

Solté la carcajada, si tan solo conociera a la verdadera Natalie.

- ¿De que te ríes? - preguntó.

- No me hagas caso - hablábamos cuando sonó su celular y sonrió - ¿Y?

Enseñame a Olvidar II: volver a nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora