Cap 11- ¡Ups!

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Cap 11- Uups

Natalie:

- William, un papel no amarra a nadie. El tener miedo a perderme no es el motivo correcto, para pedirme matrimonio. Tú sabes muy bien que sí lo que yo quiero es irme, ni un papel, ni un hijo me detendría... - le solté la noticia sin que se lo esperara, pero a ese hombre no se le escapaba nada y me interrumpió.

- Espera... ¿Un que? ¿Qué dijiste? - yo seguí con mi juego y llevé mis manos a la boca.

- ¡UUPS! - dije inocentemente. La verdad es que ya llevaba días queriendo darle la noticia de que seríamos padres. Es algo que me llena de felicidad, pero al mismo tiempo de terror. Yo no estoy del todo bien y lo poco que recuerdo de mi pasado no es muy bueno. Dios me estaba dando una nueva oportunidad y me regresaba un poco de lo que la vida me arrebató.

- ¿UUPS? ¿Qué significa UUPS? ¿Natalie por favor? - sus ojos brillaban como los de un niño que recibía el regalo que tanto deseaba. No pude más, le tomé la mano y la lleve a mi vientre.

- Significa, que dentro de mi crece un pedacito tuyo. Crece un pedacito de los dos, de nuestro amor - Sus ojos me veían atentos, expectantes, tratando de descifrar mis palabras, de asegurarse que no mentía. Pudo ver que no lo hacía, porque de repente me abrazó.

- Mi amor.... me acabas de hacer el hombre más feliz del planeta... - su voz se cortó y después de limpiar su garganta, continuó - ¿No mientes verdad? - preguntó sofocado. Yo solo negué con la cabeza y después de unos segundos abrazándome en silencio, de sentir su corazón golpeando mi pecho, prosiguió - me has dado la luz, la guía que necesito para alejarme de toda esta mierda. Por ti y por nuestro hijo, juro que te llevaré lejos de todo está basura y te daré lo que te mereces - volteó a verme y sonrió - ahora no me puedes decir que no.

- Claro que no, por supuesto que acepto ser tu esposa - después que las palabras salieron de mi boca, sentí una gran tranquilidad apoderarse de mi cuerpo. El miedo y el dolor que sentía por la pérdida de Leo se desvanecieron. Aunque aún me dolía, la vida me daba una nueva oportunidad y la tomaría.

Will había demostrado amarme y sé que me haría feliz. No podía vivir con el miedo de perderlo a él también, aprovecharía cada segundo que lo tuviera conmigo y me esforzaría por ser feliz a su lado. No permitiría que mis miedos se apoderaran de mí, mi familia no sufriría por mis traumas. Mi familia sería feliz, sonaba muy bien, mi familia.

Me abrazó fuertemente a su cuerpo y me besó apasionadamente. Beso que fue interrumpido por un toque a la puerta. William se paró a abrir y aunque trató de actuar de lo más normal, no lo logró. Lo conozco más de lo que él se imagina y sé que algo no agradable sucedía.

Se vistió y me pidió que lo esperara, que no tardaría. Después de unos minutos de ansiosa espera me asomé por el balcón y lo vi platicando con un hombre que me daba la espalda. Sus hombres estaban a la expectativa, atentos, preparados para cualquier situación. ¿Acaso eran enemigos?

De pronto el hombre con él que hablaba volteó a mi balcón, como si lo hubiera llamado. Me observó unos segundos, lo que logró que William volteara también. Lo que le molestó a Will, pareció causarle gran felicidad al hombre. ¿Quién era? ¿Porque su rostro aunque no era muy claro por la distancia, era muy familiar?

El hombre dio unos pasos hacía mi, a lo cual Will y sus hombres se pusieron a la defensiva. William se puso frente a él evitando que continuará y sus hombres se pusieron en acción, acercándose a él con sus armas preparadas.

El hombre se detuvo e hizo la señal a su gente de detenerse. ¿Qué sucedía? ¿Acaso estos hombres venían por mí? ¿Serían los mismos que fueron por mí a aquel hospital?

Enseñame a Olvidar II: volver a nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora