Cap 26 - Voy por mi hija
Leo:
Natalie, Natalie, mi Natalie. Siempre has sido tú, nunca, nadie ha podido tomar tu lugar. No hay nada en el mundo que pudiera hacer para lastimarte. — dije, después de colgar la llamada.
— Es verdad Leo, pero las cosas han cambiado. Recuerda lo que dijeron los hombres del flaco. Le darían en donde más le duele, acabarían con su mujer. ¡Tú hija! — dijo furioso Marcos.
Claro que recordaba, era como si lo estuviera escuchando en ese momento. Nunca me imaginé, ni en mil años, que mi hija y Elías tuvieran amoríos. Él la amaba, se podía ver en todas las fotos que me mostraron. ¿Pero por qué ocultarmelo? Di un fuerte golpe al brazo del sillón, en donde me encontraba sentado.
— Sobre mi cadáver Marcos...
— Entonces haz algo al respecto. Siempre Natalie, por dios, ella ya decidió y no fuiste tú el beneficiado.
— ¡No te atrevas Marcos! — me puse de pie y lo tomé por la solapa — ella me ama....yo sé que lo hace — aunque todo mundo me echara en cara su amor por... Ella me amaba a mí. Yo lo sabía, lo veía en sus ojos. Era solo que William le brindaba tranquilidad, algo que yo nunca pude. Pero por más que se negara a sí misma, ella me amaba. La Natalie de agallas, la ardiente, a la que no había obstáculo que se le pusiera enfrente, porque lo saltaba, ahí estaba escondida. Esa Natalie era mía y pronto saldría de su caparazón, para estar conmigo. Yo la esperaría con los brazos abiertos y al que intentará interponerse, me lo quebraba..
Sin esperarlo me tomó de las muñecas y acercó su cara a la mía
— ¡Ya basta Leo! Ella ya no te ama como hombre, ya te lo dijo — me jalo e hizo que me viera en un espejo — ni tus cirugías plásticas van a lograr que vuelva a ti.
Después que ella y William se fueron, me puse en manos de los mejores cirujanos del mundo. Fue un proceso muy doloroso, pero valió la pena. Me sentí como John Travolta y Nicolás Cage, en la película face off. Lo que se me hizo, fue precisamente eso, ponerme la piel de algún difuntito por ahí.
Quería asegurarme que cuando la volviera a buscar, no le daría pena verme a la cara. Quede bien, solo una que otra cicatriz, las cuales me hacían ver más cabrón. Nadie supo de mi cambió, solo ellos.
Era mejor así, me movía con más tranquilidad. Mis hombres siempre me veían con mi maya puesta, por eso nadie supo de mi hija.
La busqué y le pedí que dejara a William, que yo la seguía amando. Le dije que yo me haría cargo de su hijo, pero ella se negó. Dijo que mis quemaduras nunca tuvieron nada que ver con su decisión. Que amaba a William y que a mi me quería en su vida, pero como amigos.
Yo acepté, soy capaz de lo que sea con tal de tenerla cerca. Hasta inventar estar enamorado de otra mujer. Nunca, nunca podré amar a nadie como a ella. Gracias a esa mentira nació Melissa, mi hija. La amo con todo mi ser y temo que la vayan a lastimar.
— Ponle un alto a ese muchacho o habla con tu hija y dile la verdad — continuó mi amigo.
— Yo no podría hacerle daño a Élias, es como mi hijo, además Natalie me arrancaría las pelotas.
— Yo no digo lastimarlo.... Natalie nos arranca las pelotas a los dos. Pero si hacer algo al respecto, por él van a lastimar a tu hija. Habla con ella, dile quién eres en verdad. Traela a vivir contigo, tu sabes que nadie se atrevería a hacerle daño sabiendo quién es y si lo intentan, aquí estaremos para protegerla..
— No puedo, me odiaría....
— ¡Maldita sea Leo, deja de portarte como vieja! Todo es por tú culpa, solo a ti se te podría ocurrir pagar el entrenamiento a ese muchacho y hacerle prometer que sería el mejor agente. Tu sabes como te quiere y busca tu aprobación.
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Enseñame a Olvidar II: volver a nacer
RomanceCuando todos creían que Natalie había muerto en aquel horrible accidente de auto, dios le da una nueva oportunidad. Fue como volver a nacer. Pero ¿Qué sucederá cuando los enemigos se enteren que aún vive? ¿Volverá a ser el blanco de los ataques de...