26. Olivia Kellen

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Liv
Estaba parada al frente de mi peor pesadilla, las personas que me rodean siempre me ven tan fuerte, pero realmente todos llegamos a un punto en que tocamos fondo, allí llegue yo... Cuando mi madre dejo de ser parte de mi vida.

Veo una vez más él letrero.

Centro de rehabilitación.

Con las manos temblorosas entro por las puertas giratorias, él olor a jabón se hace presente observo que están trapeado, los dos hombres me sonríen, sé que están en rehabilitación debido a la bata blanca con el logo del centro.

La señora de la resección me mira con sorpresa hasta que llegó al escritorio de madera que la rodea.

— Buenos días señorita Olivia —dice la señora Anna. Una señora de unos 40 y tanto.

— Buenos días también para usted... Viene a .... —no me deja terminar pues me interrumpe.

— Losé tranquila ¿si?. Ella te ha estado esperando —hago una mueca— sé que esto es duró para ti, te juro que he visto de todo en esta vida.

Saca de su cabello cenizo una pluma y anota algo en una libreta.

— Siéntate en un momento podrás pasar a verla.

Sin más me retiró y me siento en uno de los bancos de madera.

Junto a mi esta una chica de cabello rojo, delgada con ojos café, la cual trae una pequeña mochila, usa unos jeans gastados con un suéter turquesa y zapatos blancos. La niña a la cual no le pongo más de 3 años tiene el cabello negro azabache y sus ojos son tan oscuros como la noche combina perfectamente con su piel blanca, lleva un lindo vestido rosa palo con flores blancas repartidas por todos lados de la tela y unos zapatitos negros, sus risos rebeldes estos sueltos dándole un toque tierno, me mira con curiosidad.

Le hago un saludo con la mano y ella se pone detrás de su madre para protegerse, me da una sonrisa.

De la puerta del fondo sale un chico de unos 20 y se ve un poco demacrado, su piel es blanca sus ojos negros por su frente caen mechones se su cabello negro azabache. Esta delgado, pero se ve que se recupera con ganas. Sus ojos se iluminan al ver a la mujer y niña a mi lado.

— ¡Papi! —grita la niña y corre a su lado. Él no duda por un segundo agacharse y abrirle los brazos, a aquel pequeño ángel no le importó él enfermero al lado que la quiso apartar, lo esquivo con éxito.

La abraza y la coge en sus brazos como si se le fuera a escurrir de ellos. Besa su cabecita una y otra vez. No dudó que sea su hija son dos gotas de agua la niña le sonríe y él con lágrimas en los ojos también lo hace.
La chica se para y se pone a su lado, él no duda en besarla, la niña se tapa los ojos, ellos ríen hasta en enfermero.

Ya veo que no solo se está recuperando por él, sino por estas dos mujeres que tanto ama.

La puerta se vuelve a abrir dejando ver una enfermera que me hace una seña de que me acerque.

Es el momento

Después de tantos meses

Paso a lado de la pareja la niña me mira y me hace con la mano le devuelvo él gesto. El chico sólo me mira y me sonríe. Abro la puerta y sin más aquellos ojos cafés claros me reciben con ilusión.

Alicia Kellen

Mi madre

Toco fondo hace siete años cuando pasaba más ebria, que sobria hasta que mi padre le pidió el divorcio.

En ese momento mi vida cambio, solo tenía 17 años era la consentida de papá y mamá, nunca tuve otros problemas que no fueran los de Dalia o los del colegio. Yo sabía que algo andaba mal en su matrimonio, pero siempre lo ignore porque no quería aceptarlo.

Mi Vecino(Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora