Mi Vecino(Ed Sheeran)

47. Así me aman

Dalia

— Diablos ten cuidado con la maldita caja, algo se puede romper y te juro que te lo hago pagar —le digo a Andy.

Ya paso una semana desde el juicio y las cosas van...

¿bien?

El lunes me tomé un descanso, el martes fui a la empresa donde me determinaron como la próxima directora, aun no debido a que no he acabado la universidad y no poseo tanta experiencia. Rob seguirá a cargo mientras aprendo, trabajare como su mano derecha. El miércoles busque departamento con Liv y el jueves ya lo tenía (los contactos de mi mejor amiga ayudaron me mudare a unas cuadras de con donde ella) el departamento es mediano, permiten animales y el mensual esta barato, más eso no hay una molestar portera. El viernes pase todo el día en la empresa.

Viernes, actualmente mi rubio me vino ayudar con la mudanza.

— Eres una mal agradecida, más que te ayudo me regañas —contesta molesto.

Iba a decir algo, pero el sujeta la caja con coraje y hace que su interior se caiga.

Estúpido

Idiota

Pendejo

— Te lo dije, ¡ahg! —me acerco y recojo su contenido, el cual son varias libretas, discos y una foto, la agarro con cuidado debido a que el vidrio se rompió. An se coloca a mi lado y reímos.

— La recuerdas —le digo enseñándole la foto de los dos comiendo helado de chocolate, en la feria, teníamos 14 años.

— ¡Claro que sí! Recuerdo que fue mi primer beso ese día, dios Alexander Romero era tan sexy.

Dice mordiéndose los labios.

— ¿Quién era sexy? —brincamos ante aquella voz que resulta ser un Rob nada contento, luce una camisa blanca con un saco café claro y unos jeans mas zapatos negros.

— Mi amor de nadie —dice mi amigo mientras agarra lo que tiene en la bolsa con donas y un café. Le da un beso en la mejilla y el solo lo mira.

— Hablaremos en casa —responde pasándome mi café.

— Sabes cómo termina eso —dice mordiéndose el labio.

— Ay dios, ya vas a empezar, siento la testosterona por el aire — digo levantándome a coger una dona, pero mi buen amigo la alza haciendo que no alcance.

— ¡Andy!

— Enana —me molestar mientras agita la bolsa.

Así que recurro al plan B.

— Rob, defiéndeme de tu loco novio —el solo ríe, comienza a caminar y le quita la caja a An para luego dármela sonrió y me siento en piso a comer.

— Traidor —susurra el rubio.

Rob ríe y lo besa.

Otra vez soy el mal tercio, miro mi dona en le doy un mordisco.

— Tú me hacer feliz —le digo a mi comida.

~•~

Son aproximadamente las 9 de la noche y yo aún estoy en la empresa revisando unos papeles.

— Señorita McCoy ya es tarde por que no va a casa mejor y mañana termina de hacer el papeleo —me sugiere Sonia.

— Creo que será lo mejor, gracias —procedo a estirarme para arreglar los papeles, mi teléfono suena y mi secretaria me hace una seña de que conteste que ella acaba de arreglar lo que falte— hola An.