Mi Vecino(Ed Sheeran)

21. Ella es como un papel

Estaba al frente de Andy el cual lucia agitado después de correr 5 cuadras hasta mi casa, su mirada hacia mí es severa.

— No debiste... ella es frágil como un papel —dice mientras mira a Dal hecha un ovillo en mi cama, desvió la mirada hacia la pared de color verde claro, uno muy bonito ella lo eligió.

— Él papel a veces te corta, no es tan indefenso como parece —salgo de la habitación en busca de mi teléfono.

— Alguien me puede explicar ¿qué diablos pasa? —dice con fastidio llegamos hace hora y media y Dalia no se ha movido ni hablado desde que la dejamos en la cama.

— Ed, hermano Dal tiene una crisis debemos llamar a la psicóloga antes de que empiece a auto lastimarse, ella sabrá que hacer.

Andy

Veo como Liv empieza a hablar con la psicóloga.

La pierdo de vista cuando va a su cuarto a vigilar como esta Dal. Ed luce más que preocupado lo puedo notar, el creer que no me doy cuenta que se muere por Dalia.

Los he visto pocas veces juntos pero la mirada los delata. Mi teléfono empieza a sonar llegando a mi oído la voz candente de Charlie Puth con Attention.

— ¿Hola?

— ¿Por qué no has llegado? Llevo más de 10 minutos esperándote —reconozco aquella voz que tanto amo y que me provoca tanto dolor.

— Ehm... —captó la atención de Ed por lo que decido salir al balcón— Dalia tuvo un ataque, aunque creo que ya lo sabes ¿no?.

— Debiste ver su mirada de fiera —empieza a reír y eso me hace enfurecer— parecía un gatito furioso.

— Mejor mides tus palabras.

— ¿O qué? —me desafía.

— Sabes que ándate a la... —no logro decir nada más pues él me interrumpe.

— ¿Vas a venir o no para llamar a otro...? —sé que está sonriendo al otro lado de la línea.

— Pues hazlo... yo ya me cansé —duele decirlo, pero Dalia y Liv tienen razón merezco algo mejor.

— Sabes que no volveré —dice firme.

— Es lo mejor de todo —y cuelgo.

Ya no más Roberth. Aún siento sus manos en mi cuerpo, sus labios en mi cuello, mi risa provocada por esa caricia, sus ojos mirándome con...

Debo olvidarlo aun que me deba arrancar el corazón.

Liv

Ya pasaron varios minutos desde que llame a la psicóloga, Andy salió a fumar lo que me indica que algo lo está preocupando o lastimado, pero no es momento para investigar eso, Dal se empieza a clavar las uñas en el brazo.

— ¡Andy! —grito, pero el muy sordo no contesta— ¡mierda, Andy! —intento coger a Dal de las manos, pero se clava en el otro brazo los uñas. Ed aparece en mi campo de visión mira con terror lo que pasa para él no es normal ver en este estado a su amada. Ha tenido crisis peores en la que hay que sedarla— cógela de las manos rápido o se sacará sangre.

El pelirrojo me hace caso, se acerca la cama la agarra de las manos con delicadeza, pero con fuerza a la vez como rayos hacen eso. Cada vez que lo intento igual queda la marca de mis uñas en el brazo de la otra persona.

Dalia empieza a moverse con fuerza para soltarse, pero Ed en un intento desesperado se posa encima de ella y la agarra de las muñecas dejándolas a cada lado de su cabeza. La mirada que le da hace de ella lloré en silencio. Ed la suelta como si tocará fuego ella no duda en abrazarlo por la cintura y pegarse a su torso.