39. Sahara

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Dalia

Veo como Liv camina de un lado para otro, hoy inicia clases nuevamente.

— Espero que no me toque otra vez con el Dr. Ricardo es un pesado de primero ¡se come con la mirada a medio salón! —dice guardando una pila de resaltadores de todos los colores posibles— no importa si chicos o chicas, él va con todo —me atraganto con mi café mientras ella ríe como loca.

Ya han pasado dos semanas desde el incidente con Ed, he tenido ya dos citas con él psiquiatra, me había olvidado que bien se sentía desahogarse con alguien, dejar que todo fluya, llorar nunca se sintió tan bien. Me ha dado tres medicamentos los cuales no son tan fuertes, pero el que es para el sueño me hace sentir mareada.

— Dalia vas estar bien sin mí —me dice Liv mientras se sienta a mi lado.

— Claro que si —le digo, pero ella no parece creerme— por dios no me tirare por la ventana.

Me mira horrorizada.

Creo no debí decir eso

— Llamare a Andy.

— No lo hagas está en clases, déjalo estaré bien.

Recorro a Liv con la mirada, luce un suéter de color anaranjado bajo que tiene el cuello de color blanco con una falda y medias negras, los zapatos son blancos.

— Te ves hermosa —le susurro sus manos cubres las mías veo nuestras uñas pintadas concho de vino y río, fue un lio que dejara que las pintara.

— Okey me voy —dice agarrando su mochila— no hagas travesuras.

— Está bien —digo alzando mis manos— solo saldré a comprar una mascota.

— Me avisas cualquier cosa — me da un beso en la mejilla y se va.

Veo la hora de mi teléfono.

6:30 a.m.

Uff mejor me voy a dormir.

~•~

Estoy caminando por la calle, reviso mi teléfono y me encuentro con un mensaje de Liv.

Sangre Pura: ¿Qué haces muglee?

Voy a comprar un gato. Le respondo sin más son las 10:00 a.m. tengo tiempo, mis clases empiezan en dos semanas, aunque tuve que hacer unos proyectos y varias pruebas para pasar el semestre, por suerte fueron bastantes comprensivos con lo que me paso.

Observo la tienda desde afuera:

Refugio para animales

Día de adopción

Sin más entro y me topo con un lugar lleno de gente alrededor de los animales. Veo mi reflejo en la vitrina llena de peces a mi costado, me puse unos pantalones negros con una camisa blanca con finas rayas grises encima de ella una chompa de jeans, zapatos blancos y mis gafas. Veo varios gatos, pero ninguno me convence, según mi el Doc necesitó una compañía animal para mantenerme entretenida y darle amor o algo así realmente no le preste atención cuando me lo explico, ni siquiera puedo cuidar de mí y voy a poder cuidar de un animalito indefenso.

Me giro para irme de la tienda, pero escucho un aullido. Un lindo y pequeño gato persa me mira con curiosidad, parece que le hubieran pasado un globo por todo el cuerpo, está totalmente erizado. Me acerco a él o a ella.

La tomo y la cojo.

— Oh, eres una chica —le digo mientras la pongo al frente de mí, sus orejas son negras y la otra parte de su pequeño cuerpo es blanca. Admiro sus lindos ojos azul y los pelos grises que rodean su cara— Hola linda.

Mi Vecino(Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora