Empezar de nuevo

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La recuperación de Kikyo iba muy bien, a la semana fue dada de alta y fue llevada a la casa de los Taisho para que Kaede la cuidara mejor. Ya habían pasado dos semanas desde aquel día. Ella estaba sentada cerca de la ventana, su mirada estaba fija en el cielo nocturno, se veía la luna y las estrellas y sin querer dio un largo suspiró, pues en esa semana no había visto a Naraku, no entendía porque él no iba a verla y eso la ponía triste. Quizá había hecho o dicho algo malo y no lo recordaba.

—¿Quieres que te traiga la cena o bajaras? —pregunto Kaede al entrar a la habitación.

—Bajare —respondió al girar para verla, ya estaba aburrida de estar encerrada—. ¿No ha llamado? —hacía esa pregunta todas las noches. 

—No —se acercó a ella y le ayudo a ponerse de pie. Kikyo bajo la mirada—. Quizá esta muy ocupado con la terapia de su hermana —trato de justificarlo.

—Ya no importa —susurró al alzar la mirada.

—¿Cómo te sientes? —llegaron a las escaleras y comenzaron a bajar lentamente.

—Mejor —respondió con tranquilidad, era la primera vez que bajaba a cenar, los días anteriores cenaba en su habitación.

—Que bueno, mañana tienes cita médica, ¿verdad?

—Sí.

—Pedir permiso para acompañarte.

—Puedo ir sola —le regalo media sonrisa.

—Ni siquiera lo pienses, estas convaleciente aún, así que no dejare que te vayas sola. ¿Quedo claro jovencita?

—Sí, mamá —respondió irritada, aunque en el fondo se ponía feliz por recibir ese regaño. Kaede nunca fue una madre que la reprendiera a cada rato, solo cuando era necesario, como en esa ocasión.

—Kikyo —Izayoi pasaba por las escaleras, pero al verla subió hasta alcanzarlas—, deberías de estar recostada —se acercó a ella y la tomó del otro brazo.

—Quería acompañarlos en la cena —acepto su ayuda—. Además la cama me aburre.

—Lo sé —rió—. Vamos a la sala un rato —ella asintió—. Tenemos invitados —aviso.

Llegaron a la sala y Kikyo abrió los ojos a más no poder al ver a Naraku sentado junto a Kagura en uno de los sofás que estaban al fondo. Luego estaban sentados Sesshomaru y Rin, seguidos por Kanna y Bankotsu y por último Inuyasha. El señor Inu-No estaba de pie cerca a la ventana. 

—Buenas noches —saludó con tranquilidad.

—Que bueno que nos acompañaras a cenar —dijo Inu-No con una sonrisa—. Pero toma asiento, la cena aún no esta lista.

Ella asintió y tomó asiento junto a Inuyasha. Kaede e Izayoi fueron a la cocina, Irasue entró la sala y saludo a todos, se acercó a hablar con el señor Taisho. Kikyo y Naraku cruzaron sus miradas por unos segundos, pero él desvío la mirada hacia Sesshomaru para decirle algo que ella no alcanzaba a escuchar. 

—¿A qué se debe la cena? —le pregunto en voz  baja a Inuyasha.

—Para celebrar que las cosas se han mejorado mucho.

—Creo que no te estoy entiendo. He estado más de una semana en mi habitación y no estoy actualizada de lo que ha pasado.

—Te lo explicare —se giro hacía ella, sintiendo la pesada mirada de Naraku sobre su persona—. Con la captura de ese tal Jankotsu han caído varios criminales, encontraron otro escondite en Kioto donde tenían a varias chicas más, las cuales ya estan en recuperación. Ayame logró hackear el correo de Kawaramaru y entro los chats que mantenía con Yura e Izumo, así que ya iniciaron las investigaciones contra ellos. 

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora