Es hora

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Rin se llevo disimuladamente la mano al cuello. Sin que quisiera sus mejillas se habían tornado rojas, se suponía que debía de sentirse mal porque Yura descubrió lo que había pasado entre ella y Sesshomaru, pero no se sentía así.

—Cambia esa cara —gruño Yura—. Sinceramente no sé que te vio Sesshomaru —la miro de arriba a abajo—. No tienes cuerpo de envía como yo —tomó asiento en el sofá—. Y sobre todo, tienes un pasado un poco extraño, ¿no lo crees?

—¿Qué quieres? —volvió a preguntar.

—Ya te lo dije —sonrió de lado—. Quiero tener una conversación con mi pequeña hermana. Así que portate bien y prepárame un café con dos de azúcar —ordenó. Rin estaba por replicar, pero vio que Yura no soltaba el cuchillo, ya lo había retirado del cuello de Nozomi, pero aún la amenazaba.

Resopló dando la vuelta para ir a la cocina. Encendió la estufa y mientras el agua se calentaba saco su celular para enviarle un mensaje a Koga, solo él podía ayudarle en ese momento, pues lo mas seguro era que tanto como Naraku como Sesshomaru ya se habían ido.

"Necesito de tu ayuda, Yura esta aquí", escribió lo más rápido que pudo. Presiono enviar y guardo el móvil. Preparo el café de Yura y volvió a la sala. Trataba de mantenerse tranquila por el bien de la pequeña y claro, por el de ella.

—Aquí está —dejo la taza de café sobre la mesa de centro.

—Que eficiente —se burlo—. Ahora apaga tu celular y déjalo sobre la mesa —ordenó. Rin lo miro con seriedad por unos segundos y después obedeció. Yura sonrió complacida e hizo un ademán para que tomara asiento frente a ella—. Bien comencemos —le susurró algo a la niña y ella sólo asintió lentamente—. Si crees que vine para reclamarte por estar con Sesshomaru, te equivocas. Me da igual lo que pase entre ustedes. Sólo quiero saber porque no respondiste al mensaje que te envié hace unas semanas.

—¿De qué hablas? —frunció el ceño.

—Te daré algunas pistas; es alto, con músculos, moreno, ojos azules, estaba por cumplir los cuarenta pero aparentaba menos y su nombre empezaba con "S". ¿Ya sabes es quien se trata?

Rin abrió los ojos a más no poder, sabía perfectamente a quien correspondía aquellas características, aunque nunca pensó que estuviera cerca de los cuarenta.

—Suikotsu... —susurró con temor al recordar su cabeza en la entrada del departamento.

—¡Bingo! —exclamó Yura—. Veo que sigues siendo inteligente, aunque no tanto, de lo contrario hubieras hecho caso a la palabra que estaba en su frente —suspiró—. Lastima, era uno de mis mejores trabajadores —negó lentamente chasqueado la lengua.

—¿Tú... lo mataste? —balbuceó, aunque quería evitarlo sus manos habían comenzado a temblar ligeramente.

—Sólo di la orden —respondió con desdén, mientras tomaba la taza y daba un pequeño sorbo—. Delicioso —miro a Rin fijamente—. ¿Por qué no te fuiste?

—Porque no iba a salir huyendo como una cobarde —gruño con molestia, claro que iba a huir, pero ella no tenía porque saberlo.

—Hump... Cometiste un grave error —Rin tenso ligeramente la mandíbula, no le gustaba como sonaba eso—. Sabes, escuche todo lo que Sesshomaru te dijo hace unas horas —suspiró—. Debo admitir que no sospeche nada.

—¿Cómo entraste?

—Cuando la enfermera salió con la niña dejo la puerta entre abierta. Fue una suerte que Sesshomaru no alcanzará a verme.

—¿Para qué has venido? —pregunto confundida.

—Para decirte cosas interesantes sobre mi —dio otro sorbo a la taza—. En resumen te confirmaré las sospechas que tiene mi marido sobre mi.

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora