Comida familiar

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Un par de semanas pasaron. Ayame y Shippo se disculparon por no poder ir al departamento aquel fin de semana, Rin agradeció en silencio, pues al aplazarse la visita de sus amigos, le daba tiempo para pensar bien lo que les diría o el como hacerlo. Ellos merecían la verdad, después de todo ellos fueron los únicos que confiaron en ella hacia años.

Era domingo, caminaba por las calles mientras leía un periódico para buscar trabajo, ya había contratado a una enfermera para que cuidara de Nozomi y así dejar que Kikyo hiciera sus propias cosas. 

Se detuvo frente a una tienda de ropa para niños, ese local era nuevo para ella, como otros tantos que se había encontrado a lo largo de esos días. Sus ojos parecieron dos gemas brillantes al ver un hermoso vestido en color rosa pastel, con detalles de encaje y pequeñas flores blancas. En su mente apareció Nozomi portando ese lindo vestido. Con una gran sonrisa se adentro en el local, doblo su periódico y lo guardo en su bolsa. 

—¿Qué puedo ofrecerle? —pregunto amablemente una señora mayor de sesenta años.

—Quiero comprar el vestido que esta en el mostrador —respondió con una sonrisa. 

—¿Alguna talla en especifica?

—No, el tamaño que tiene aquel es perfecto.

—Permitame un momento —la mayor camino a paso calmado por la pequeña tienda hasta llegar a la ventana y tomar el vestido. Luego regreso para acomodarlo en una bolsa de platico en el logotipo de la tienda—. ¿Algo más?

Rin negó y procedió a pagar el vestido. Salió de la tienda con una gran sonrisa, saco una vez más su periódico para seguir buscando algún trabajo.

—¡Rin! —aquella voz conocida la hizo dejar de leer.

—Yura —la saludó con un movimiento de cabeza, luego cayo en cuenta de que no iba sola—. Sesshomaru —hizo una corta reverencia, pero el peliplata parecía no prestarle atención, podía notar que estaba más serio que aquella noche.

—Perdón por no presentarme aquel día a comer —se disculpo Yura con una sonrisa apenada.

—No te preocupes —dijo Rin en tono tranquilo. Sin prestarle atención al chico que su hermana llevaba de la mano.

—Ven a comer con nosotros —propuso amablemente Yura, al ver que ella llevaba una bolsa de una tienda para niños su curiosidad apareció.

—No quisiera causar molestias —no había podido hablar en esos días con Yura ya que al parecer ella estaba muy ocupada con su trabajo, que era de recepcionista en una clínica dental. 

—Nos es molestia —fue la voz seria de Sesshomaru la que se escucho. 

Rin parpadeo varias veces, eso era una buena oportunidad para averiguar más de su cuñado y saber si era el padre de Nozomi. Mientras que Sesshomaru, lo veía como una oportunidad para intentar saber más de ella y así tal vez poder saber si conocía a Kanna o Kagura. Yura también tenía dobles intenciones con esa invitación, pues quería saber a que había regresado Rin, ¿acaso quería quedarse con el dinero de su familia? ¿Sospecharía de ella o de Kagome? Negó lentamente ante esa pregunta, era obvio que ni Rin, ni Sesshomaru sospecharan de que ella hiciera algo malo ya que, para todos, era una buena persona. 

—¿Qué dices, Rin? ¿Aceptas? —pregunto Yura con una gran sonrisa.

—Claro —le sonrió amable. 

—Andando —dijo Yura, comenzado a caminar de la mano de Sesshomaru.

Rin comenzó a caminar del otro lado de Yura, los tres estaban en silencio y la castaña aprovecho para seguir leyendo el periódico. Pasaron unos diez minutos hasta que llegaron a la cafetería donde trabajaba Ayame. Tomaron asiento en una de las mesas que estaban hasta el fondo del local, pues Yura sabía que a Sesshomaru le gustaban los lugares más íntimos.

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora