Despedida

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La falta de aire los hizo separarse, juntaron sus frentes y se miraron fijamente a los ojos.

—Gracias —susurró ella. Sesshomaru frunció el ceño, no entendía porque le estaba agradeciendo—, por decirme la verdad —completo.

—Debías saberlo —le resto importancia.

—Por cierto... —apretó los labios—. ¿Qué tanto sabes de mi?

—Todo —respondió con simpleza.

—¿T-todo? —balbuceó—. ¿Pero cómo? ¿Acaso Naraku...?

—No, él no dijo nada —aseguro—. Yo investigue en otro lado.

—Debes pensar que soy de lo peor por no decir nada de Kanna —bajo la mirada.

—No —la tomó sutilmente de la barbilla—. Hiciste lo que pudiste —hablo cerca a sus labios—. Gracias a tus declaraciones salvaron a muchas chicas, que entre ellas no estuviera Kanna no era tu culpa —le dio un corto beso y ella sonrió levemente.

—Aún así, debí hacer más.

—No pienses en ello —la tomó de la cintura para levantarla y hacerla sentarse sobre sus piernas—. Ya esta pronto estará de regreso.

—¿Cómo?

—La encontré —la abrazo y ella recargo la cabeza sobre su hombro. Él le explico lo que haría esa noche, ir por Kanna y Kagura, tratar de salvar a las chicas que pudieran y encerrar a cuanto criminal encontrara.

—Es muy peligroso —susurró ella angustiada, se giró para abrazarlo con fuerza—. No quiero que te pase nada.

—No pasara —aseguro acariciando su cabello. Dejo de abrazarlo y lo miro a los ojos—. ¿Sabes que me iré esta noche? —él asintió—. ¿Sabes a donde?

—Sí, pero no te lo diré —respondió con seriedad y ella hizo un puchero—. No funcionara —desvío la mirada.

—Entonces, ¿está será la última vez que nos vemos? —su voz se entristeció.

—No lo sé —confesó al volver a mirarla—. ¿Es lo qué quieres?

Rin parpadeo varias veces ante la pregunta, ¿qué estaba queriendo decirle?

—No —respondió en voz firme—. No quiero que esta sea la última vez —sólo de pensarlo sentía un nudo en el estomago.

—Cuando todo termine —beso su mejilla—. Iré a buscarte —aseguro y beso sus labios con desesperación.

Ella correspondió con la misma intensidad, lo abrazo con más fuerza y él la sujetó con firmeza de la cintura. Sus labios se movían sin restricciones o arrepentimientos, ella abrió un poco más la boca para dejarlo entrar. Sesshomaru no desaprovecho la oportunidad e introdujo su lengua en mi cavidad bucal de la castaña.

Cuando sus lenguas rozaban sus cuerpos se estremecían. Sesshomaru comenzó a mover sus manos lentamente por encima de la ropa de Rin. Esta vez ella no lo rechazaba.

—¿Estás segura de esto? —susurró él al dejar de besarla. 

—Sí —respondió jadeante. 

Sesshomaru sonrió de lado y la tomó en brazos para llevarla a la habitación principal, durante el trayecto, Rin le envió otro mensaje a Momiji diciéndole que tardaría un poco más. Al estar dentro de la recámara la dejo con cuidado en el suelo. Rin respiró hondo y dejo la bolsa encima del escritorio que estaba allí. Ella no lo sabía pero era la primera chica que pisaba esa habitación, desde que Sesshomaru compro ese penthouse no había llevado a nadie, los únicos que entraban era Kaede que le llevaba comida y le hacía limpieza y recientemente Naraku también iba, pero sólo entraba hasta la sala.

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora