Pasado de Rin

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Rin respiro hondo, se aseguró que Nozomi estuviera a una distancia prudente.

—No tienes porque hacerlo si no estas segura —dijo Inuyasha comprensivo, poniendo su mano sobre el hombro de Rin.

—Quiero hacerlo —lo miro de reojo.

—Esta bien —le sonrió y ella volvió su mirada al frente. Y comenzó su relato.

Sentía mal, muy triste no había podido ir al sepelio de su madre. Estuvo en el hospital tres días de los cuales Nagasaki solo fue un día. Los otros días estuvo sola y con las enfermeras que iban a verla cada cierto tiempo. Ni Ayame ni Shippo pudieron ir a visitarla por ser menores de edad.

Su padre fue por ella al hospital cuando le dieron de alta, sólo la llevo a su casa donde la dejo sola con las empleadas que estaban ahí. Sabía que su padre estaba mal con la muerte de su esposa y por ellos prefería estar trabajando.
Yura la veía una vez al día que era a la hora de la cena, pero ella estaba con Kagome y hablaban de los muchos trabajos por entregar en la universidad, Rin no entendía algunos temas así que comía e silencio y subía a su habitación de la misma manera.

Estuvo dos semanas sin ir a la escuela, se sentía muy triste y sola, Yura y Kagome estaban centradas en sus estudios, ni siquiera notaban su presencia en la casa y las veía muy poco. Su padre se iba demasiado temprano a trabajar y volvía muy tarde, cuando ella ya dormía. Las visitas de Ayame y Shippo eran constantes hasta que la convencieron de volver a la escuela.

Las cosas ya no eran como antes, se había vuelto más callada, casi no sonreía. Seguía siendo inteligente, en dos semanas se puso al corriente. Los profesores y compañeros notaron su comportamiento ya que no hablaba con muchas personas, siempre había sido muy social.

Los meses seguían avanzando. Rin poco a poco volvía a ser la misma chica que era antes de que su madre muriera. Hasta su padre convivía mas con ella, pasaban los domingos juntos e incluso la llevaba de compras, todo estaba volviendo a su lugar.
Un fin de semana, su padre se había ido de viaje, tenía que atender algunos negocios, así que Rin se quedo en casa. Esa noche su hermana entro a su habitación con un par de tazas.

—Pensé que estarías con Kagome —pregunto Rin al dejar de leer para prestarle atención a su hermana.

—Salió del pueblo —dijo con tranquilidad—. ¿Te gustaría tomar té conmigo? —mostró las dos tazas.

—Claro —respondió Rin con una sonrisa.

Yura le sonrió y tomó asiento junto a ella. Las cosas parecían mejorar entre ellas a partir de esa noche, era como cuando eran más pequeñas, se llevaban bien. Aunque había algunas ocasiones que se sentía mareada después de tomar el té, no le decía nada a Yura ya que pensaba que era su imaginación.

Cuando cumplió los quince años todo empeoro de nuevo, su padre llego del trabajo y se veía de muy mal humor. Se dirigió a la habitación de Rin.
La castaña estaba haciendo su tarea como de costumbre, mientras escuchaba algo de música. Escucho que alguien entro a la recámara y giro para ver de quien se trataba.

—Bienvenido a casa, padre —dijo ella con una sonrisa, se puso de pie y fue a abrazarlo.

Nagasaki no correspondió al abrazo, la tomó de los hombros y la aparto de él en forma brusca. Rin frunció ligeramente el ceño, antes que que pudiera preguntar algo él se adelantó.

—¿Qué hice mal? —pregunto molesto.

—¿Qué? —hablo Rin confundida.

—¡No finjas no saber de que hablo! —grito. Rin retrocedió un par de pasos, nunca había visto a su padre tan molesto.

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora