Recuerdos

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Rin caminaba de un lado a otro en la pequeña sala, parecía león enjaulado, su mano estaba sobre su barbilla y la otra mano en su cintura. Naraku estaba sentado en el sofá, escuchaba atenta lo que la castaña decía. Parecía que él ahora era su psicólogo.

—Todo encaja —susurró.

—Explícate —pidió seriamente.

—Veras —se sentó frente a él—. Sesshomaru es un hombre reconocido en el pueblo y posiblemente por todo Japón —Naraku asintió levemente—, un hijo fuera del matrimonio no sería bien visto —aseguro—. Así que obligo a Yura para deshacerse de la niña...

—Pareces muy segura —interrumpió Naraku.

—Lo estoy... —se recargo en el respaldo del sofá—. Es que todo encaja —susurró.

—No porque encaje quiere decir que sea verdad —Rin resopló—. Sabes, puedes hacer una prueba de ADN para salir de dudas.

—No es tan fácil. No es como si fuera a llegar con Sesshomaru y decirle, "disculpe, ¿me podría dar un poco de su sangre para hacer una prueba de paternidad con mi sobrina?". 

—Tienes razón —concordó Naraku sonriendo, él podría ayudarle pero, ¿cómo justificaría que conocía a Sesshomaru?—. Acepta el trabajo que te ofreció.

—¿En que me ayudaría? Dudo que Sesshomaru deje un cepillo de dientes en su oficina —Naraku rió.

—Tal vez eso no —trato de controlar su risa—. Pero, quizás tienes suerte y logras conseguir unos cuantos cabellos.

Rin se quedo pensando, tal vez Naraku tenía razón y si corría con suerte podría saber la verdad. Tras analizarlo por unos minutos tomó la tarjeta que el peliplata le dio hace días. Llamo y luego de cinco minutos colgó. Naraku supo que le había ido bien ya que vio una pequeña sonrisa de satisfacción. 

—Tengo una entrevista mañana después de las diez —dijo con una sonrisa.

—Que bien —miro la hora en su móvil—. Creo que es hora de irme —se puso de pie y ella lo imito—. Buenas noches. 

—Buenas noches —le dio un abrazo que él correspondió gustoso. 

Luego de acompañarlo hasta la puerta, apago las luces y fue a su habitación. Sonrió al ver a Nozomi completamente dormida, se acercó a su clóset y comenzó a buscar algo apropiado para ir a la entrevista.

Al día siguiente se levanto temprano, preparo el desayuno para ella, Nozomi y la enfermera. la cual no tardaba en llegar. Una vez que Momiji llego, desayunaron las tres en silencio. Rin se despidió de su pequeña y luego se fue para partir hacia la constructora Taisho. A la salida la esperaba un taxi, pues el edificio al que iría estaba casi al centro del pueblo y donde ella vivía estaba casi a la salida.

Observaba a través de la ventanilla, tratando de recordar y memorizar las calles. También midió el tiempo que tardo el taxi desde su edificio hasta la constructora, quizás si le daban el trabajo podría intentar irse caminando.

—¡Gracias! —dijo animada una vez que bajo y pago el taxi. 

—Te tenga bonito día, señorita —hablo amable el señor antes de irse.

Rin miro el edificio, era de cuatro plantas, había muchas ventanas, lo cual era bueno ya que eso quería decir que era un lugar bien iluminado. Respiró hondo y reviso su bolso para ver si traía sus papeles en orden. Una vez que todo estaba listo decidió entrar a paso tranquilo para no mostrar su tiempo.

Al estar en recepción, la chica le sonrió y le pregunto que si iba por el trabajo de asistente a lo que ella respondió que sí. La recepcionista le dio un gafete de invitado y le indico como llegar a la oficina presidencia. Rin agradeció y camino directo hasta el ascensor.

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora