Te encontré

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Hablar con Inuyasha la hacía sentir mejor, era como si se quitara un pequeño peso de encima. Inuyasha no hizo preguntas al respecto y la consoló. El resto del día había pasado con tranquilidad, Rin sonreía cuando veía a Nozomi muy feliz. Casi al anochecer regresaron al pueblo.

Rin se despidió de Momiji, luego entro al edificio donde se encontró con Naraku en el recibidor, quiso saludarle pero él la ignoro, cosa que la dejo sorprendida ya que en esos años conviviendo, por más molesto que estuviese, a ella la trataba bien.

"Quizá la pelea con Kikyo lo dejo mal", pensó al ingresar al ascensor. Una vez que llego a su piso se dirigió sin contratiempos a su departamento, saludando a algunos vecinos que caminaban por el pasillo. Al llegar, ducho a Nozomi y después ella. Preparo algo para cenar.

~O~O~O~

Inuyasha había llegado a su casa, saludó a la señora Kaede con amabilidad y siguió de largo para subir a su recamara. Al estar solo saco la grabadora de su chaqueta, tomó asiento en la silla frente a un escritorio y comenzó a escuchar la grabación, una y otra y otra vez. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces la había escuchado, casi se la aprendía de memoria.

Encendió su portátil y comenzó a teclear varias veces, trataba de encontrar algo de ese tal Jankotsu o de Suikotsu, pero nada. No había información de ellos, como si no existieran.

-¿Joven Inuyasha? -lo llamo Kaede tocando varias veces la puerta.

Inuyasha salió de sus pensamientos y guardo la grabadora. Se levantó para ir a abrir la puerta.

-¿Qué ocurre?

-Ya es tarde -señaló el reloj que se encontraba en el pasillo, era la una y media de la mañana.

-Debería estar descansando ya -la regaño-. A su edad debe dormir bien.

-También usted debe dormir bien -le regaño-. Le traje esto para que coma algo antes de dormir -extendió una charola que llevaba un par de sándwich y un vaso de jugo de naranja.

-G-gracias -susurró apenado recibiendo la charola.

Kaede pudo irse a dormir desde hace horas y sin embargo ahí estaba llevándole algo de comer.

-No es nada -sonrió-. Que pase buena noche -hizo una reverencia.

-Buenas noches -dijo Inuyasha con media sonrisa.

Espero a que Kaede bajara por las escaleras para cerrar la puerta. Una vez que estaba solo tomó un sándwich y volvió a tomar asiento frente a su portátil.

Paso el resto de la noche buscando información de Suikotsu y Jankotsu, en todas las bases de datos a las que pudo acceder.

Cerca de las seis de la mañana decidió dejar la búsqueda, pues no obtuvo resultados. Quizá lo que buscaba no estaba en computadora, si no en carpetas. Así que tendría que hablar con Totosai para ver si él podía ayudarle.
Apago su portátil, tomó su traje color gris para ponerlo sobre la cama y luego entro al baño para ducharse con agua fría para despertar ya que moría de sueño.

-Buenos días, joven -saludó Kaede al verlo entrar al comedor.

-Buenos días -tomó asiento-. Sólo dime Inuyasha -pidió. La mayor asintió levemente.

-¿Qué desea de desayunar? -pregunto amable.

-Un café muy cargado -bostezo-, y pan tostado con mantequilla.

Kaede asintió y fue a la cocina. Mientras que Inuyasha sacaba su celular y le mandaba un mensaje a Kikyo para invitarle un café después del trabajo a lo que ella respondió con un sí.

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora