Plan en marcha

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Kagome resopló mientras se cubría con la sábana. Nagasaki le dio la espalda, ella lo miro de reojo y después miro al techo.

Había pasado muchas noches en esa cama y él ya no era como hacia años. Antes le enviaba mensajes durante el día, le obsequiaba detalles —aún lo hacía, pero cuando ella escogía lo que deseaba—. Hasta en el momento de intimar era distinto, se comportaba más cariñoso, hasta llego a creer que le propondría vivir juntos cuando Midoriko muriese. Pero no fue así.

Ahora era un hombre más serio —al menos con ella—. La ignoraba por días, pero se molestaba si ella salía con alguien más. A la hora de la intimidad ya sólo buscaba su placer, la embestida con algo de rudeza —algunas veces lo disfrutaba—, en ocasiones la hacía sangrar pero ella no lo dejaba, lo quería demasiado.

Se dio la vuelta para levantarse e ir al baño, le dolía la entre pierna, así que a paso lento se dirigió al baño que estaba en la habitación, todo estaba oscuro, pero ya se había memorizado cada rincón de ese lugar. Una vez que estuvo en aquella habitación abrió la llave de la regadera y se dio una ducha rápida, luego tomó una pomada que tenía hasta el fondo del mueble que estaba sobre el lavamanos.

Abrió las piernas y colocó pomada, tenía su intimidad muy roja lo que le hizo recordar que tenía que ir al ginecólogo. Procuraba ir una vez al mes para saber si él no la había contagiado de alguna enfermedad, pues sabía que él estaba con otras chicas a parte de ella. Se daba cuenta ya que Nagasaki hablaba dormido y aunque no decía nombres, si decía lo que pasaba, como palabras obscenas o en el peor de los casos la tomaba a ella mientras seguía soñando con la otra.

—Eres patética, Kagome —le susurró a su reflejo en el espejo.

Yura le había aconsejado varias veces que lo dejara, pero ella no hacía caso. Tenía la patética esperanza de que Nagasaki cambiara y por fin la tomara como su esposa.

Salió del baño y se vistió rápidamente y sin hacer ruido ya que podía despertarlo y le haría mal, ya le había pasado, la había golpeado varias veces, pero ella no hacía nada. Seguía permitiendo que él la maltratara.

—¿Ya te vas? —la voz seria de Nagasaki la sobresalto.

—S-sí —respondió sin mirarlo, terminaba de ponerse el vestido azul que había usado para la fiesta.

—¿Con permiso de quien? —lo escucho levantarse y caminar hacia ella.

—Bueno... yo... —apretó los labios, podía sentir como él tomaba su cintura de manera posesiva, cosa que antes le causaba un delicioso escalofrío, ahora le causaba temor—. Tengo cosas que hacer a temprana hora —se escucho segura, pero por dentro temblaba de miedo.

—¿A dónde y con quien? —pregunto sobre su cuello.

—Me toca la revisión... —sollozo sin poder evitarlo—, con la ginecóloga —sabía que si le decía que era él se molestaría.

—Hump... —la recostó en la cama de nuevo—. No tienes porque ir a esas revisiones y lo sabes —Kagome apretó las sábanas, mientras abría por si sola las piernas, él sonrió complacido—. Creo que no te he dicho la razón del porque estoy con otras —le quito las pantis—. Ya no me complaces como mujer —dijo con malicia al entrar en ella. Kagome apretó los labios.

Nagasaki siguió diciéndole lo poco que valía y ella sólo contenía las ganas de llorar.

"Me lo merezco", pensó, mientras fingía disfrutar aquello.

~O~O~O~

Sesshomaru entro al baño para ducharse. Yura se había quedado sobre la cama, estaba molesta y aseguraba que él no quería estar con ella por culpa de Rin.

Someone else #CandyAwards #SDA2017 #PROMISEAWARS17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora