Hurrem: ¿¿Una egipcia mi señor?? -pregunto un poco enojada- ¿¿Permitiria que nuestro hijo se case con una Egipcia??
Suleiman: ¿¿Cuál es el problema?? -pregunto-
Hurrem: Los egipcios no creen en Ala... Creen en dioses echos de madera y piedra... Sería una mala imagen mi señor -dijo algo preocupada-
Suleiman: Una guerra se librará entre los egipcios y otomanos... -se levanta de dónde se hallaba escribiendo- Debemos acabar con las rivalidades entre nuestro reinos
Hurrem: Pero mi señor... -la interrumpe-
Suleiman: ¡¡Silenció!! -le grito- Mustafá se casará con una princesa egipcia y punto
Hurrem: -él sultán estaba por irse pero ella lo detienen- Al menos... Deje que cumpla la mayoría de edad
Suleiman: Muy bien -dijo serio y se fue de allí-
La Sultana ni lo podía creer. Siempre soñó que su hijo se casará con una mujer a la que él amara. Pero no podía contradecir las órdenes de su sultán
Egipto...
La noche había llegado, Ramsés y Moisés estaban hebrios, sentados en una mesa con botellas de vino. A los lejos se los hallaba observando Azeneth y Nefertari...
Azeneth: Por los dioses estos chicos -dijo sería al ver a sus tíos en ese estado- Me avergüenza que sean mis tíos
Nefertari: Así son ellos mi señora... -dijo riendose- Desde que usted se fue ellos cambiaron mucho
Azeneth: Me estoy dando cuenta de eso... -dijo aún sería- Discúlpame Nefertari, voy a dormir un poco
Nefertari: Que pase una noche agradable mi señora -dijo haciendo una reverencia, Azeneth se fue a sus aposentos-
Moisés noto la asistencia de Azeneth al no verla junto con Nefertari. Comenzó a buscarla con la mirada por todos lados pero no la encontró...
Moisés: Ramsés... -dijo tocando la mano de su hermano ya que este se hallaba recostado en la mesa- Ramsés despierta hermano -le dijo y este comenzó a moverse-
Ramsés: ¿¿Qué...?? ¿¿Q-qué quieres?? -dijo serio y un poco mareado-
Moisés: ¿¿Dónde está Aze-Azeneth?? -pregunto de mismo modo que su hermano-
Ramsés: No lo sé... Con Nefertari... -dijo tratando de pararse-
Moisés: No está con Nefertari... -dijo serio parandose de mismo modo que su hermano- Tal vez se fue a sus aposentos
Ramsés: Yo llegare a ellos -dijo con un poco de mareo mientras se reía-
Moisés: No si yo te gano primero -dijo de mismo modo. Cuando estaban por ir a los aposentos de Azeneth delante de los dos apareció sus dos madre-
Tuya: ¿¿A dónde vas Ramsés?? -dijo la reina sería observando a su hijo-
Ramsés: ¿¿Mamá?? -pregunto medio nervioso-
Naila: ¿¿Moisés... Estás hebrio hijo?? -le pregunto enojada la reina a su hijo-
Moisés: Mami... Correte esto es de vida o muerte -dijo él príncipe tratando de correr a su madre-
Naila: ¡¿Qué vida ni que muerte?! -dijo golpeando palmadas suaves a su hijo- Estás hebrio Moisés Meriamón... -le reclamó-
Ramsés: No Naila... Solo estábamos un poco cansados de bailar todo el día...
Tuya: Y de tomar todo el día ¿¿No Ramsés?? -le reclamo a su hijo-
Moisés: No, no, no, no mi reina... No tenemos nada de alcohol en nuestra hermosa y bella sangre -le dijo riéndose-
Naila: Estoy harta de que mientas Moisés... Vamos, te darás un baño y te vas a dormir -le ordenó a su hijo-
Ramsés: Pero no estamos he-hebrio -dijo tambaleándose-
Tuya: Sierra la boca Ramsés... Tú también te darás un baño y te vas a dormir -le ordenó, ambas mujeres agarraron las orejas de sus hijos y se los llevaron-
R/M: ¡¡Au Mamá!! -dijeron al mismo tiempo-
Henutmire estaba observando como se llevaban a sus hermanos con un poco de gracia...
Henutmire: Esos dos... Nunca cambiarán -dijo riendose-
Disebeck: Son tan iguales los dos... -dijo de mismo modo- Desde que Azeneth se fue cambiaron mucho
Henutmire: Hablando de mi amada hija... ¿¿Dónde estará??
Disebeck: Tal vez se fue a sus aposentos -le dijo a su esposa-
Henutmire: Iré a verla... -se fue de allí a los aposentos de su hija-
Cuando Henutmire se fue, una mujer se le aserco a Disebeck...
Yunet: Es un alivio que esa mujer se fue -dijo riendose- Te e extrañado tanto Disebeck
Disebeck: Ya vasta Yunet, alguien puede escucharte -le dijo serio- Es mejor que te vallas con tú esposo y tus hijos
Yunet: Yo solo quiero estar con tigo Disebeck. Con tigo y con nuestro hijo Ikeni
Disebeck: Tú hijo -dijo serio corrigiendole- Yo solo tengo una hija y esa es Azeneth...
Yunet: ¿¿Hablas de la bastarda?? Esa hebrea nunca debió haber vuelto, se hubiera quedado en el templo
Disebeck: No permitiré que le hables de ese modo a mi hija... -dijo serio- Es mejor que te vallas, hay viene tú hijo -dijo al ver como Ikeni llegaba, él se fue-
Ikeni: ¿¿Madre...?? ¿¿De que tanto hablaba con el general?? -pregunto el joven observando a su madre-
Yunet: De nada mi querido hijo... Ya vamos, Acompáñame hasta mis aposentos que tengo sueño -dijo abrazando el brazo de su hijo-
Ikeni: Claro madre, vamos -le dijo y se fueron-
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La Luna De Los Amantes
RomanceEn 1299 a.C, la princesa Henutmire fue a dar un paseo al Río Nilo, sin saber que dentro de él, entre unos juncos encontraría una hermosa cosita escondida en ellos, una hermosa niña bebé a la que después llamaría Azeneth. A medida de su crecimiento...