Capítulo 30: "Recordando"

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Bajo Egipto...

Palacio Real...

Se hallaba Henutmire sentada en su cama un poco triste. Fue cuando llegó Leila, su nueva dama...


Leila: Princesa Henutmire... -dijo haciendo una reverencia- ¿¿Se encuentra bien...??

Henutmire: Solo ruego a los dioses que la carta le halla llegado a mi hija...

Leila: Eso esperemos princesa... -dijo apoyando a su señora-

Templo de Uaset...

Se hallaba Azeneth viendo como sus siervas preparaban sus cosas en sus equipajes.

Azeneth: No es justo... -dijo sería y enojada- No me quiero ir...

Sierva: Pero princesa, antes le rogaba a los dioses que la sacarán de aquí ¿¿Y ahora no quiere irse?? -dijo una de las siervas más ansianas de todas-

Azeneth: Pero antes era distinto, no conocía a Tut ni a Judá, mis únicos mejores amigos...

Sierva: ¿¿Y qué hay de los príncipes Ramsés y Moisés?? -dijo sería-

Azeneth: -se sienta de golpe en su sofa- Ellos ya me olvidaron Kiara... De seguro ya encontraron un nuevo amigo o amiga...

Kiara: No diga eso princesa -se sienta a su par y comienza a alzar su cabello- Ellos aún la siguen queriendo, de seguro ellos la están extrañando...

Azeneth: Claro que no Kiara... Al segundo día de que me fui de seguro ya encontraron una nueva mejor amiga...

Kiara: O mi pequeña -dijo abrazándola. Para Azeneth ella fue como su segunda madre, Kiara fue quien la acompañó al templo y la apoyo y aconsejo todos estos años-

Santuario de los Dioses...

Tut: Pero no es justo sumo sacerdote... -dijo prendiendo el incienso- ¿¿Por qué después de 9 años me la quieren quitar??

Judá: Ya te lo explique más de cien veces Tut... Ella pertenece al Bajo Egipto y tú al Alto

Tut: Pero ella es el amor de mi vida Judá... No quiero terminar siendo un sacerdote que sufre por... -se detuvo al ver la cara del sumo sacerdote- Lo siento Judá... No debí...

Judá: No tranquilo Tut... No fue tú intención -toco su hombro- Con permiso, tengo cosas que hacer -dijo llendose-

Tut siguió con su trabajo prendiendo incienso a los dioses.
Mientras con Judá, él recordó a su antiguo amor...

(Recuerdos de Judá)

Estaba llegando un joven y guapo sacerdote, caminaba sigilosamente hasta tapar los ojos de una joven...

XX: ¿¿Judá...?? -dijo ella observándolo-

Judá: Hola mi princesa -le dijo para luego darle un beso- Te extrañe...

XX: Yo más Judá... ¿¿Dónde estabas?? -le pregunto-

Judá: Tuve algunos problemitas para venir pero ya estoy aquí... -volvio a darle un beso pero de sorpresa-

Seti: ¡¡Henutmire!! ¡¡Henutmire!! -dijo llegando, ella y Judá se escondieron detrás de unas rocas, Seti llegó y al no ver a su hija se fue-

Henutmire: Casi nos descubre mi padre... -dijo ella un poco nerviosa-

Judá: Tienes razón... Tenemos que tener más cuidado con el rey Seti... Para que no nos descubra Henutmire...

(Fin de sus Recuerdos)

El sacerdote se apoyó en la mesa con sus nudillos, un poco triste... Fue cuando volvió a recordar...

(Recuerdos de Judá)

Se hallaba frente a él rey porque él lo había llamado...

Judá: ¿¿Mando a llamarme gran soberano?? -dijo él-

Seti: ¿¿Pensaste que soy tonto Judá?? -dijo serio el rey-

Judá: No mi señor... Yo... ¿¿Hice algo malo??

Seti: ¡¡Salir Con Mi Hija Es Algo Malo!! -grito levantándose de su trono. Judá quedó sorprendido, al lado de rey se hallaba el soldado Disebeck sonriendo, él lo odiaba-

Judá: Mi señor... Dejeme explicarle por favor... -lo interrumpe-

Seti: ¡¡Cierra Tú Maldita Boca!! -le gritó- ¡¡No Tenías Ningún Derecho De Salir Con Mi Hija A Mis Espaldas!!

Judá: Mi señor... ¿¿Quién se lo dijo?? -dijo él nervioso-

Disebeck: ¿¿Creíste que me iba a quedar callado Judá?? No permitiría que la princesa Henutmire saldriera con alguien como tú... -dijo, debía saberlo, Disebeck siempre le tuvo celos a Judá, no solo porque era el preferido de su padre, también porque era el mejor amigo del rey-

Judá: ¿¿Fuiste tú Disebeck?? -dijo serio y sorprendido-

Seti: ¡¡Disebeck hizo muy bien al decírmelo!! Pero tú Judá... Me sorprende de ti -dijo serio y enojado- Te di mi confianza ¡¿Y así me la pagas?!

Judá: Mi señor yo... Amo a su hija y deseo casarme con ella...

Seti: ¡¡Cállate!! ¡¡Me Traicionaste Judá!! ¡¡Me Traicionaste!!

Judá: No mi señor... Jamás lo traicionaría ¿¿Que culpa tengo yo sé amar a su hija??

Seti: ¡¡Cállate!! ¡¡Vete Judá!! ¡¡Vete!! -le volvió a gritar, Judá se fue triste-

(Fin de sus Recuerdos)

Judá nunca sintió odio hacia su hermano adoptivo, es más, lo perdono hace tiempo... Cuido de Azeneth porque pensaba que era hija de Henutmire y de su hermano, la amaba y quería, era su sobrina después de todo...

La Luna De Los AmantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora