La Luna De Los Amantes

Capitulo 36: "Volviendo a conocerlos"

Azeneth no dejaba de hablar con Ikeni, se había extrañado mucho... Hasta que tomaron el tema del amor...

Ikeni: ¿¿Y... Encontraste a tú pareja en tú viaje?? -pregunto un tanto celoso-

Azeneth: No... -mintio- No encontré a nadie ideal para mí -agarra su mano- Solo pensaba en ti...

Ikeni: ¿¿En mí...?? Por los dioses -dijo tan emocionado- Azeneth yo...

Moisés: Oigan -dijo interrumpiendo a los chicos- Yo y Ramsés lo hemos pensando y queriamos perdiste Azeneth que vengas con nostros en la ceremonia real

Azeneth: ¿¿Ceremonia real...?? No sabía que abría una ceremonia -dijo confundida-

Ramsés: Es en donde todos los soldados incluyendonos saldremos y la gente nos vera... -noa explicó el heredero a la corona-

Azeneth: Es que yo... Pensaba ir junto con Ikeni... -la vuelve a interrumpir-

Moisés: Vamos Azeneth... Pasaron 9 años en los que nosotros y tú estuvimos separados. Sería prudente que pasemos unos minutos juntos

Ella lo pensó, observo a Ikeni el cual solo tenía una cara de sería. Volvió su mirada a sus tíos...

Azeneth: Bien... No veo el problema de que pasemos unos minutos juntos ¿¿No te molesta Ikeni??

Ikeni: No... Los dejo solos -dijo llendose-

Ramsés: Perfecto, ahora que el sacerdote -dijo burlándose- Se fue... Podemos pasar tiempo juntos

Azeneth: Si claro -dijo cruzando de brazos-

Obras Reales...

Aarón había cambiado al igual que José, se volvieron unos jóvenes muy guapos...
Se hallaba Aarón en unas de las estructuras observando en palacio...

Aarón: Malditos... -dijo uniendo dos palos a la estructura- Son unos malditos

Zelofejad: No hables de ese modo Aarón -le ordenó su amigo-

Aarón: ¿¿Por qué...?? Es la verdad, los egipcios no son más que unos malditos... Ellos y los que viven en ese palacio

Zelofejad: Si hablas de que todos en el palacio son unos malditos también le estás diciendo a tú hermana maldita

Aarón: Ella es mucho peor que una maldita... En una sinica y horrible mujer... -termino se atar los palos- Es una hebrea asquerosa como nosotros...

José: Ya basta Aarón, es el colmo de que siempre andes criticando a tú hermana -dijo serio trayendo con él madera y paja-

Aarón: Dices eso porque estás enamorada de ella... -le respondió desde donde que encontraba- Tú no la conocíste como yo la conocí... Creme es una mujer sin corazón

José: Pues no te creeré... Ella es única entre las demás mujeres -le respondió haciendo que su amigo girará sus ojos- Es hermosa y espectácular -dijo soñando mirando el cielo-

Aarón: Por los dioses José... -dijo riendose burlándose de la creencia de los egipcios- No seas tan Horus -dijo aún burlándose-

José: ¡¡Ya basta Aarón!! No te burles de las creencias de los egipcios

Zelofejad: José tienes razón Aarón...

Aarón: ¿¿Y que ellos no se burlan de la muestra?? -dijo apuntandolos-

José: Aunque ellos se burlen nosotros no debemos hacer lo mismo que hacen...

Aarón: ¿¿No estás cansado de defender a los egipcios José?? Ellos te maltratan y te tratan como una basura...

Soldado: ¡¡Ustedes dos!! -dijo uno de los soldados asercandose hasta ellos- ¡¡Dejen de hablar!!

Aarón: ¿¿O qué...?? -le respondió serio-

Soldado: Te enseñare a respetarme hebreo asqueroso -dijo preparando su latigo-

Núm: No... -dijo deteniendolo- Por favor, no volverá a suceder. Juro que are que no vuelva a suceder -este convenció al soldado el cual se fue- ¡¡Aarón!! -lo llamo, este bajo desde donde estaba hasta quedar al lado de su amigo- Eso fue muy infantil Aarón

Aarón: Yo solo me defendí Num... No dejaría que me trates como una basura...

Núm: Si defenderse se trata de que te maten a latigazos... Pues estás loco al hacerlo

José: Num tiene razón Aarón... Deja de provocar a los soldados o ellos te van a matar...

Aarón: ¿¿No siempre dicen que Dios nos protege?? -se burló de su creencia- Pues si él tanto nos ama y nos protege no dejará que nada malo me suceda

José: Dios solo ayuda al que es fiel creedor de su poder...

Aarón: O yo creo mucho en dios -dijo burlándose- Yo soy un fiel creedor con él... ¡¡Viva Dios!! -se fue por más ramas aún burlándose de Dios-

José: Hay Aarón -se quejó de su amigo, Num tocó su hombro y siguió trabajando-