La Luna De Los Amantes

Capítulo 120

Hola... Estoy aún en misa, mi hermana se está casando y está haciendo una gran fiesta. Estoy escribiendo muy bajo para que nadie se de cuenta...
Comencemos...

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Azeneth estaba aún impresionada por la bella carta que Moisés le envío, sumida aún en sus pensamientos...

Lena: ¿¿Señora...?? -pregunto ella al verla tan pensativa, Azeneth reaccionó-

Azeneth: ¿¿Crees que Moisés me ame de verdad...?? -le pregunto muy confundida, Lena río con escuchar esa pregunta-

«No puede ser que no se allá dado cuenta todos estos años» pensó Lena riendo...

Lena: El príncipe Moisés nunca oculto sus sentimientos hacia usted príncesa, para él, usted era su vida...

Azeneth: No me tomes a mal... Siempre supe los sentimientos que Moisés sentía por mí pero... Pensé que era una estupidez de niños...

Lena: Para nada señora... Ustede lo era todo para él... -le dijo a lo que ella se sorprendió aún más-

Azeneth: No puedo creerlo... -dijo ella muy triste-

Pi-Ramsés
Templo de Uaset...

En una colina, se hallaba Ikeni, observando el Nilo sin ninguna preocupación. Pero sintió una mano en su hombro. Cuando se dio vuelta se encontró con Hatora...

Ikeni: Hatora... -dijo él impresionado, no podía creerlo, ella estaba allí-

Hatora: Ikeni... Por fin te encontró -sonrio ella- Te e estado buscando tanto tiempo...

Ikeni: ¿¿Qué estás haciendo aquí Hatora?? -pregunto impresionado- No deberías de estar aquí...

Hatora: Por supuesto que sí... Ikeni, cuando llegue al palacio lo primero que quería ver era a ti... Ikeni por el amor de todos los dioses, no me dejes...

Ikeni: Hatora yo... -en eso, ella tomo su mano-

Hatora: Te lo imploro Ikeni, vuelve con migo, seremos felices juntos

Ikeni: No lo sé Hatora...

Hatora: Ikeni... Seremos felices juntos, por favor, vuelve con migo

Ikeni: Por supuesto que volveré con tigo...

En eso, ambos se besan

Palacio de Seti...

Moisés estaba en sus cuarto, observando algunos papeles. En eso llega Ramsés...

Ramsés: No puedo creer que halla ido a buscarlo... -renfufuño el monarca dando un golpe a la mesa de Moisés-

Moisés: Oye, no te desquites con mis cosas... -se quejó él, dejando los papeles en la mesa-

Ramsés se apoyó en el marco del balcón de su hermano, allí vio como el barco que transportó a su hermana estaba llegando...

Ramsés: ¿¿Crees que lo aya traído?? -pregunto confundido observando el barco, Moisés se acercó-

Moisés: No lo creo... -dijo este de brazos cruzados- Espero que no, no quiero volver a verlo...