Las Olas

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Dentro de poco les traerían los ramen. Estaban los dos sentados uno junto al otro. Hinata había aceptado a duras penas la flor, pero no se desmayo, eso ya era un avance. Ahora ella jugueteaba con los pétalos de su obsequio nerviosamente y muy sonrojada. Naruto sabía que, a esta edad, Hinata apenas resistía estar cerca de él, así que tendría que hacer algo con ello. Quizá si pasara más tiempo con ella se acostumbrará antes a estar cerca de mi, pensó Naruto. Mientras en su mente rondaba esta idea, no podía dejar de verla juguetear con la flor. No entendía cómo había tardado tanto en notarla. Les sirvieron el ramen, del cual salía un fino vapor por lo caliente que estaba. Se volteo para avisar a Hinata que tuviera cuidado para no quemarse. Pero ella ya estaba comiendo, había dejado la flor sobre la mesa. Al principio la conversación era nula, a Hinata le costaba cada respuesta, como si se esforzara al máximo por no caer inconsciente de un momento a otro.

-Sabes Hinata, llevo un tiempo observándote - dijo Naruto.

Hinata inmediatamente se atragantó con lo que tenía en la boca. Tosió para despejar su garganta. No podía creer lo que acababa de escuchar, esto cada vez parecía más un sueño. No, pensó ella, definitivamente lo és.

- ah, si? - ya estaba segura de estar soñando, así que poco a poco su nerviosismo disminuyó. Él no era el verdadero Naruto, sólo un sueño.

- Si - contestó Naruto - me parece que siempre te esfuerzas mucho por mejorar.

- Es que no soy tan fuerte como los demás, ni como tú - dijo ella.

- En verdad si lo eres... Yo lo sé... Solo necesitas confianza en ti misma... Y... Y... Alguien con quien entrenar - Naruto la miró a los ojos firmemente- Quieres entrenar con migo Hinata?

Es el sueño más real que he tenido, pensó ella. Siempre quiso pasar más tiempo cerca de Naruto, y que él le propusiera eso... Después de todo era solo un sueño.

-Me... Me... Me encantaría- contestó Hinata, pensando que a pesar de ser un sueño aún le costaba hablar con él.

- Que bien!! - la sonrisa de Naruto creció hasta hacerse gigantesca - voy a poder pasar mucho tiempo con tigo.

De inmediato después de decir eso Naruto se arrepintió. Escuchar aquello para Hinata fue demasiado y cayó desmayada sobre la mesa. Por suerte no se desmayó sobre el ramen, pensó Naruto. El viejo de la tienda los miró a ambos preocupado, pero Naruto le hizo un gesto para dar a entender de que todo estaba bien. Pago los dos Ramen, tomó a Hinata entre sus brazos y la llevó cargando hasta un parque cercano. No podía llevarla desmayada a la residencia Hyuga o no saldría vivo de allí. La sola idea lo divirtió un poco, se imagino al viejo Hiashi persiguiendolo y lanzando maldiciones como cuando le contaron por primer vez lo de él y Hinata. Una vez en el parque la sentó delicadamente en una de las bancas y se sentó a su lado a mirar como su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración tranquila.

A pocos metros de allí Sakura observaba todo boquiabierta. Podría haber imaginado cientos de cosas vergonzosas de Naruto, pero estaba teniendo una cita con Hinata. Sakura ya tenía una idea de los sentímientos de Hinata por Naruto, pero no tenía idea de que ya estaban teniendo citas. Ahora veía como ella estaba desmayada y Naruto la miraba como si no hubiera nada más preciado para él en el mundo. Algún día, se propuso, Sasuke me mirara de esa manera. Con la curiosidad satisfecha Sakura decidió que los iba a dejar solos y se retiró.

Naruto percibió como Sakura se iba saltando silenciosamente de árbol en árbol. Aparentemente ya no tenía intenciones de seguirlo vigilado, eso era bueno. Hinata se movió, estaba por despertar en cualquier momento. Aunque no le hubiera molestado que durmiera un poco más, verla dormir era muy tranquilizador. Estos últimos días habían sido una locura y estar cerca de ella era como tener una laguna de paz. Poco a poco ella fue abriendo los ojos y lo primero que vio fue el cielo despejado. Lo primero que pensó fue que en verdad todo había sido un sueño, luego vio que Naruto estaba sentado junto a ella, mirándola.

Naruto: Origins RebornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora