Naruto: Origins Reborn

Camino al final

El primero en contestar fue Itachi. Estaba preparado para lo que se venía a continuación. Había vivido algo muy parecido cuando iba a entrar a Akatsuki. El combate que iban a llevar a cabo a continuación no solo era para probar su poder, sino que también intentaba mostrarles algo. Solo faltaba saber qué era aquello.

—¿Nos vas a enfrentar a todos a la vez? — preguntó Itachi.

Kleho lo observó durante un segundo, antes de contestar.

—Si— dijo con calma— Es preciso que les demuestre lo que es un combate fuera de su mundo.

El movimiento fue leve, tan solo un abrir y cerrar de la mano de parte de Kleho. Pero la tensión que se sintió de pronto en el ambiente tomó casi una consistencia material. Hinata y Haku la sintieron tan pesada que les dio la impresión de que no podrían moverse ni un milímetro del lugar en el que estaban. Zabuza se puso tenso de golpe e Itachi y Naruto cruzaron miradas por un momento, antes de volver a centrar toda su atención en Kleho.

Theo decidió que no tenía por qué ser parte de todo aquello y se fue caminando hacia donde estaba Sasuke ignorando el ambiente que su maestro estaba creando a sus espaldas.

—¿Están listos? —preguntó Kleho.

—Siempre— respondió Naruto y entonces todo se precipito en menos de lo que duraba un pestañeo.

Kleho desapareció del lugar donde estaba y la hierba pareció ondular en una circulo que iba creciendo desde allí. «Es como lo que hace el agua cuando una gota cae», pensó de forma desconectada Naruto. Antes de que nadie pudiera reaccionar en lo absoluto Kleho se encontrada de pie detrás de Haku. Pero no lo hubieran visto de no haber hablado.

—Uno menos— dijo Kleho.

Levanto su mano y la descendió tan rápido que solo se vio un borrón. Con la mano extendida impactó con el filo de la palma en la base del cuello de Haku y este cayó inconsciente hacia adelante en la hierba. Todos estaban aún atónitos ante el movimiento casi instantáneo de Kleho. Zabuza fue quien reaccionó antes que todos, más por instinto que por un razonamiento. Tomó su espada y se lanzó hacia Kleho. Arrastró su espada en el trayecto hasta que poco antes de alcanzarlo la abanicó formando un gran arco que pretendía impactar de lleno en el pecho de aquel sujeto. Sin embargo, en cuanto esta estuvo a punto de tocarlo, y ante la incrédula vista de Zabuza, Kleho desapareció solo dejando tras de sí una proyección de luz donde antes había estado. Proyección que la espada atravesó partiendo el espejismo por la mitad. Por la fuerza del impulso que había tomado Zabuza perdió el equilibrio y antes de que pudiera retomar nuevamente la postura Kleho se volvió a aparecer junto a él.

—Dos menos— dijo, con una sonrisa en el rostro, parecía estarse divirtiendo.

Alzó la mano y la volvió a bajar a una velocidad casi imposible de seguir con la vista e impactó de lleno sobre el cuello de Zabuza. En exactamente el mismo lugar donde momentos antes había golpeado a Haku. Para Zabuza todo se volvió negro de inmediato y se desplomó arriba del cuerpo inerte de su compañero caído momentos antes. Entonces Kleho levantó la vista y miró fijamente de forma alternativa a los tres que quedaban. Itachi, Naruto y Hinata se encontraban totalmente alertas ante el siguiente movimiento que podría llegar a realizar.

—Será mejor que se pongan serios o esto terminará antes de llegar a ponerse interesante— dijo Kleho cómo invitándolos a que hicieran algo.

—No tienes ni que decirlo—contestó Naruto y se sumergió en su interior esperando encontrarse a Kurama y combinar poderes.

Lo que encontró lo dejo un momento sin palabras. Las rejas del sello seguían allí, como si nunca se hubieran abierto para nada.

—En algún momento volví a estar encerrado Naruto —le dijo Kurama— realmente no sé cuándo, pero estoy casi seguro que sucedió mientras Sasuke contaba su historia.