Naruto: Origins Reborn

Las piezas

Mientras la lluvia roja caía sobre ellos. El sharingan de tres aspas de Itachi cambió de un segundo a otro. Ahora se dibujaba una estrella de tres puntas con sus brazos curvados en la misma dirección. Miro el pergamino olvidándose por un momento de las personas que lo rodeaban y concentró toda su atención en el sello que residía en la parte opuesta a la cual mostraba su nombre. A primera vista, el sello parecía indescifrable, pero visto ahora a través del mangekyo Sharingan cientos de mínimas escrituras se veían escritas a lo largo y ancho de el pergamino por entero. Ante sus ojos cientos de letras parecían bailar y desplazarse sin ningún sentido.

Zabuza veía como el ceño de Itachi se torcía en una clara muestra de concentración. Ahora tampoco él podrá abrirlo y todo esto habrá sido en vano, pensó fatídicamente. Pero entonces vio que Itachi movía los labios formando palabras pero sin emitir ningún sonido. Parecía estar hablando con el pergamino en algún tipo de lengua que no pudiera ser oída.

Las letras se movían a gran velocidad y se entrecruzaban unas con otra en diferentes puntos. Tardó solo unos segundos en notar que si leía esas combinaciones en el orden que iban apareciendo se formaban palabras de un código. Este es el mismo código que aparece en la tabla de piedra de los Uchiha, pensó Itachi casi sin poder creerlo. De hecho, de no haberlo visto con sus propios ojos no sería capaz de creerlo posible. Pero a diferencia del código de la tabla que solo era capaz de descifrar en parte, este si era posible leerlo perfectamente. Recitó las palabras mentalmente mientras movía la boca sin hacer sonido imitando el movimiento que las palabras producirían pero sin emitir sonido.

Cuando por fin dijo la última todas las letras detuvieron su movimiento al mismo tiempo. Entonces el pergamino se abrió. Itachi lo extendió para poder ver su contenido y de inmediato Zabuza y Haku se acercaron para poder ver lo que decía el mensaje. Al igual que en el sello, todo el mensaje estaba escrito en las mismas letras que aparecían en la tabla de piedra.

-Que son esos garabatos? -pregunto Zabuza consternado- parecen palabras, pero no reconozco ninguna de ellas.

Itachi que estaba atónito respondió a la pregunta sin darse cuenta que lo hacia. Era como si hablara mas para si mismo que a alguien.

-Está en una escritura que solo los Uchiha que poseemos el Mangekyo Sharingan podemos descifrar. Pero se supone que es una escritura perdida. Nadie debería ser capaz de utilizarla.

-Ya...y que dice?-pregunto Kisame, también a él le intrigaba el contenido del mensaje ahora.

Itachi se concentró en leer entonces el contenido del pergamino con detenimiento. Cuando terminó de leerlo. Lo dejó caer el suelo y lo miró con extrañeza.

-Apártense- dijo Itachi con seriedad.

Zabuza, Haku retrocedieron un paso y quedaron parados junto a Kisame que observaba todo desde detrás. Amaterasu. De pronto el pergamino estallo en llamas negras que ardieron con toda intensidad consumiendo al pergamino por completo. Las llamas se elevaron desafiando a la lluvia que no podía extinguirlas. Hasta que por fin solo quedo un pequeño montón de cenizas donde antes había estado el pergamino. Zabuza apoyó una mano sobre el hombro de Itachi y habló en el tono mas amenazador del que era capaz.

-Mas te vale decirme, palabra por palabra, que decía ahí o haré todo lo que esté en mis manos para que no te quede mucho de vida- dijo Zabuza.

-No me queda mucho de todas maneras- contestó Itachi indiferente a que la mano que sujetaba su hombro apretaba con mas fuerza.

-De que hablas?- preguntó Zabuza.

-Eso no importa- Itachi parecía haber tomado una decisión y añadió mientras veía a Zabuza y Haku alternativamente- Si quieren venir, por mi no hay ningún inconveniente. Veo que están interesados en ello y cuanto mas seamos mejor.