[DIECISÉIS]

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Darren.

— Por eso, la X es igual a –5. — dice Jase después de explicarme el problema por quinta vez.

— ¿Por qué tenemos que hacer tantas ecuaciones? ¿De qué nos va a servir esto en un futuro? Yo no quiero dedicarme a las matemáticas, ¿por qué tengo que desperdiciar más de 5 horas a la semana de mi vida?

— Enserio, ¿puedes dejar de quejarte? Eres peor que mi abuela, Darren. Y sé que esto no lo vas a usar, pero yo no soy el que dice que tienes que aprender y qué no. Así que vamos, de aquí no vas a salir hasta que no sepas hacer todos los ejercicios del tema.

Resoplando, empiezo a hacer los ejercicios que están apuntados, y después le paso la hoja a Jason.

— Mal, mal y más mal. ¿Tío, tú has escuchado algo de lo que te he explicado?

— La verdad es que no, Jase. En cuanto me has empezado a hablar de matemáticas, mi cerebro se ha ido de viaje a la otra punta del mundo.

— Tío, enserio. Yo tampoco es que sea aquí fanático de las mates, pero debes admitir que es una asignatura básica, y aun seas un deportista, te harán falta de vez en cuanto. Que sí, que las ecuaciones no las vas a usar, pero te aseguro que en algún momento las usaras. Además, no puedes estar en el equipo si sacas notas tan bajas. Ya no es solo porque te echarán del equipo, sino porque el hecho de repetir curso peligra, Darren. Y si quieres encontrar una beca en cualquier universidad, debes ponerte las pilas.

Me paso ambas manos por la cara. Mierda, tiene razón. Claro que tiene razón. Solo es que... A veces las cosas son demasiado complicadas para mí. Y me frustra demasiado estar estudiando tanto, y no poder ver nunca el resultado.

Así que, después de que Jason vuelva a explicarme la teoría, hago los problemas de nuevo. Y para mi sorpresa, todos están bien menos uno.

— Vaya vaya, Darren. Esto sí que es mejorar.

Veo como escribe más ejercicios de matemáticas, pero mi móvil, — ese que me ha hecho dejar encima de la mesa, porque según él "me estaba distrayendo" —, suena.

Menos mal. Gracias, dios de los móviles.

— Qué raro. — dice Jase mientras lo coge—. Juraría que tú tampoco eres tan social para que te lleguen notificaciones, además, siempre lo tienes en silencio.

Tiene razón. Yo tengo todos los contactos silenciados, porque no me gusta estar escuchando el sonido de la notificación todo el día, tampoco tengo Instagram, ni Twiter, a menos que...

Mierda.

La única cosa que no tengo silenciada son los vídeos de Evans, porque quería enterarme a tiempo de cuando subiera uno, no dos semanas después.

Casi como si mi vida dependiera de ello, me muevo para coger el móvil, pero Jase es más rápido y lo coge antes.

— Hayley Evans. 17 razones para no enamorarse de mí. ¿Qué es esto? ¿Y desde cuándo tú miras Youtubers? antes de que pueda contestar, le da al video, y yo me maldigo por haberle enseñado mi contraseña tiempo atrás—. Está bastante buena, tío. ¿Dónde la descubriste? ¿Y por qué me suena tanto?

Me rindo. Ya lo ha visto todo, así que no intento coger el teléfono de nuevo. Solo dejo que Jase ponga el vídeo, y ambos lo veamos juntos.

¡Heyyy!

Aquí viene mi séptimo defecto, y es que no miento cuando os digo que no hago nada interesante en mi día a día. Un día para mi consiste en ver vídeos y covers en Youtube.

17 razones para no enamorarse de mí. [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora