[TREINTAITRES.]

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Hayley.

Me cruzo de brazos.

— Lo tuyo es peor.

Colton levanta la vista y me mira fijamente.

— ¿Qué? Y no tuve sexo con nadie. Darren se dejó las llaves en su casa y durmió aquí.

— Ya seguro. — vuelve a mirarme.

Pues desgraciadamente es verdad. Ya me hubiera gustado a mí.

— Pues es la verdad. No me creas si no quieres.

— Yo tampoco me acosté con Megan. Solo ha sido un malentendido. — dice en voz baja, unos segundos después.

Ya claro. Yo voy y me lo creo.

Asiento.

— ¿Por qué no me lo contaste?

—  No lo sé. Quería hacerlo. De verdad que sí. Pero nos viste en la cocina, aquel día, ¿te acuerdas? —asiento. Como olvidarlo —. Bueno, pues desde ese día no supe cómo comenzar. Quería decírtelo, pero las cosas entre Megan y yo empezaron y avanzaron muy rápido. Y tampoco sé que siento. Ni que somos exactamente. Solo... Nos dejamos llevar.

Levanto la vista, y veo que está jugueteando con sus manos. Ni siquiera me mira.

— Lo entiendo. Creo que también me pasa lo mismo con Darren.

— ¿Te gusta? — me pregunta, y me doy cuenta de que ahora sí ha levantado la vista y me está mirando.

— Sí, supongo que sí. Cada vez que estamos cerca siento ese cosquilleo en mi barriga. Y cuando estamos hablando es como si nos conociéramos de toda la vida. ¿A ti te gusta Megan?

— Muchísimo. Al principio pensé que era solo atracción física, pero ayer, en mi habitación, nos quedamos hablando hasta tarde. De chorradas. Ella llevaba mi camiseta puesta con ropa interior debajo. — hago una mueca —. No, no me refiero eso. En ningún momento me di cuenta de eso. Para mí, era más importante nuestra conversación que nada más. Y podía haberme pasado horas escuchándola. Ahí me di cuenta de que estaba empezando a enamorarme de ella.

— Qué bonito. El Coltoncito siendo cursi. Ojalá eso nos salvara del castigo.

Él me da un pequeño empujoncito, y nos quedamos callados hasta que segundos más tarde entra mamá.

— Solo un día. Solo nos hemos ido un día. Volvemos y nos encontramos a la vecina con una camiseta tuya.— señala a Colton —. Y al vecino discutiendo con Connor.

— Él no estaba...

Mamá hace un gesto con la mano indicando que me calle.

— Y no, no estoy cabreada. Supongo que para los adolescentes eso debe ser algo normal, pero en mi casa no. Más con tu hermano pequeño. Estáis castigados una semana sin fiestas.

Bueno, tampoco íbamos a ir a ninguna.

-—Y sin ver a vecinos. Ni ir a sus casas.

— Esto es injusto. — digo cruzándome de brazos —. Entre Darren y yo no pasó nada. Solo se quedó a dormir porque no tenía llaves.

— Me da igual, Hayley. Vas a estar castigada igual.

Es la primera vez que mamá nos castiga en mucho tiempo. Antes ni siquiera pasábamos tanto tiempo para que nos castigara. Y si lo hacía, no cumplíamos con los castigos, porque tampoco estaba en casa para comprobarlo

Miro a Colton de reojo. Ni siquiera está mirando a mamá. Tiene la vista en la mesa. Al final, me levanto, cojo mi mochila y salgo de casa. No cojo el skate, solo me pongo los cascos e intento que la música mejore mi humor.

17 razones para no enamorarse de mí. [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora