17 razones para no enamorarse de mí. [SIN EDITAR]

[VEINTISIETE]

Hayley.

— ¿Qué pelis queréis ver?

— Con amor Simon. —dice Josh. —. Desde que salió el tráiler quiero verla.

— Yo quiero ver Gorrión rojo o alguna de miedo. No lo sé. Solo por favor no estemos toda la noche viendo películas románticas porque me da algo.

Leah y Josh se miran fijamente. Empiezan a discutir, así de la nada 

Parece que quieren todo lo contrario. Él, por una parte, se descanta por comedias románticas—, lo cual jamás pensé que sería así—, pues a medida que he ido conociendo a Josh me he dado cuenta que es un chico muy romántico y cariñoso. Pero no todo son arcoíris, él también tiene cosas malas, entre ellas que esconde muchos secretos. Uno de ellos es el hecho que ama cantar y que le encantaría cantar en un futuro, aunque ahora esté más centrado en el fútbol. Tiene muchísimos secretos que jamás sería capaz de adivinar.

Y Leah... Leah es Leah. Ella es una persona fuerte, pero también frágil, insegura y con muchas virtudes que intenta esconder.

— No pienso pasarme la noche viendo comedias románticas, Josh Hill. Para eso me voy a dormir, ¿sabes? Tengo cosas más importantes que hacer que desperdiciar mi vida de esa manera. Aquí el problema es que eres un romántico empedernido.

— ¿Romántico empeder qué? No qué va. Además, ¿para qué quieres tu ver películas de miedo? ¿Esto es un tipo de venganza o algo?

Leah empieza a reírse de manera diabólica. Yo los miro como si ellos supieran algo que no sé. En efecto es así. Josh también empieza a reírse.

— Una venganza, dice. ¡Yo no tengo la culpa que te pusieras a llorar con esa película!

— Era horrible, ¿vale? Era triste, espantosa, y tenía un final horrible. No me gusto.

Vaya así que Josh también es sensible. No lo esperaba.

Salgo de la habitación para dejarlos discutir en paz, y aunque tampoco se enteran, yo me siento mejor. Además, así voy a buscar la pizza primero. Bajo las escaleras, pero cuando llego a la cocina me encuentro una cosa que me deja perpleja.

Y no, no es la pizza quemada.

Hay una chica sentada en la encimera. Connor está entre sus piernas. Ella tiene los brazos en su cuello y el en su cintura o más abajo de esta. Ambos están compartiendo saliva.

¿Y adivinad qué?

La chica tiene las puntas del pelo rosas.

Oh dios mío. Qué asco.

Recuérdame cuando hablemos con él de decirle que haga esto en su habitación, porque esto podría haber sido peor, aparte de que no es agradable de ver, podrían haberlo visto mamá y papá. O Connor. Y no quiero traumarle de por vida.

Más vale que desaparezcas. Colton te va a matar di los interrumpes, por no decir que será terriblemente incómodo.

Doy un paso hacia atrás, pero como soy así de torpe me choco con la pared. No emite un ruido muy fuerte, y ellos tampoco se enteran.

Estoy a punto de llegar a la escalera sin hacer ningún tipo de ruido, cuando mi móvil suena. Alguien me está llamando.

Estúpida. No puedes hacer nada bien. De verdad, eh.

Estoy bastante lejos de la cocina, pero aun así puedo ver como ambos se separan de golpe. Los ojos castaños de Colton se cruzan con los míos y antes de que pueda venir detrás mío me voy corriendo.