9._ Distintas facetas y actitudes en un día

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Akira Berglind

No hay nada más gratificante que ver como el ser humano se acerca a aquellas cosas misteriosas que les causan temor solo para poder asegurar si es real o no lo que se encuentra frente a sus ojos. Arriesgándose por la oscuridad, lanzándose a las garras del mal solo porque sienten curiosidad, hacen eso llevándose por esta sin saber a qué se están enfrentando, sin saber que frente a ellos, hay algo que representa al más allá de la vida, a la existencia después de la muerte.

Los temerarios son estos y los temerosos son otros.

Sus ojos temerosos buscando aquella sombra que rápidamente ha pasado por su lado entre la oscuridad, por el pasillo que permanece con luces apagadas dejando en este las sombras que se cuelan por la ventana, una sombra que se esconde por detrás del marco de la puerta pero ocultándose al mismo tiempo en el cuadro a su lado. Sus manos empuñan firmemente su teléfono el cual se mantiene con el flash activado haciendo el uso de la linterna pues, el sistema eléctrico ha fallado de forma misteriosa, al menos para ella porque no lo ha hecho, está funcionando; esos dos seres y esas tres figuras, por diversión y mayor gusto a la situación, no hicieron más que apagar las luces dándole así, la realidad de la oscuridad con la diferencia de que la humana entre ellos, no sospecha de que su mente está siendo engañada con el fallo eléctrico.

Un fuerte sonido se escucha en la cocina, un golpe firme en una de las encimeras, uno que si ha sido provocado por aquel ser que no se muestra ni en un pequeño roce a la piel de la mujer pero, después de eso, la sombra reconoce cómo se mantiene ahora cerca de su cuerpo. De eso cálidos labios que demuestran la vida, escapa un grito de miedo y de sorpresa mientras sus ojos se desvían de la pared para posarse en el fondo del corredor en dirección a la cocina, lugar donde sigue ese ser escondido.

Una pequeña figura se asoma al borde de la pared, detrás del marco de la puerta, una figura completamente oscura con ojos morados los cuales brillan en la oscuridad mental de la mujer quien apenas la ve, retrocede varios pasos buscando salir de esta. Una risa es provocada por su reacción, una gratificante risa que le alivia atormentando y fomentando el miedo a la par, una sensación que me encanta.

Una fresca brisa susurra detrás de su oreja consiguiendo un escalofrío que recorre toda su espina dorsal a causa del pavor, sus latidos a mil y sus pensamientos completamente en blanco gracias a esas dos sombras y al ser que se encuentra detrás de ella observándola fijamente con una macabra sonrisa en su rostro, manteniendo su media forma animal y un poco de juego gracias a aquel ser detrás de la pared, unos dientes viscosos y alargados chorreando en sangre con la ayuda de una ilusión.

Risas macabras y risas divertidas se escuchan desde dos puntos diferentes pero solo el más cercano causa mayor reacción consiguiendo que esos desorbitados ojos se fijen en el intenso color carmín y en aquél oscuro líquido que cae al suelo formando diminutos charcos falsos, charcos creados por esas gotas que caen y, que al impacto en el suelo, se escuche ese característico y agradable sonido viscoso de la sangre espesa que marca diferencial con la densidad de la humana.

Su corazón empieza a latir con más fuerza y ahora de manera desbocada, su respiración agitada y su actuar paralizado por el miedo; su aroma dice de todo, dice que esta madrugada será el día de su muerte y no solo se sabe por eso sino por la vista molesta de esos dorados ojos desde el rincón de algún lugar de esta pequeña y sencilla casa, esos ojos que desean ayudar pero no puede porque no es su trabajo; no le queda más que reprimir sus impulsos, sus sentimientos y cualquier cosa en su cabeza para no hacer más que recolectar el alma de esta mujer.

Pero a aquella sombra del final está aburrida, completamente aburrida pues vino hasta acá con el objetivo de despejar la mente de esos tormentos que no la dejan actuar como le gusta, para liberar algo de estrés y alejar esos malestares que no la dejan ni en sueños; solo porque quiso salir de lo común y del contacto y desviar a la mente a algo más sádico pero esto ya no le da gracia, le dejó de resultar divertido justo en este momento.

Secreto entre lazos: ErradicaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora