16._ Confirmación y coincidencia

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Hunter

Me quedé allí en compañía de Carolina hasta que los Berglind llegaron, le presenté a la chica que me acompañaba como la seguidora activa actual apenas vi sus caras de desconfianza, al igual que las de su hija y nieta. Caro, fue quien se encargó de cambiarle la ropa a Akira por algo más holgado y cómodo, nada ajustado al ver que la ocasión se presentaba con dificultad para respirar.

Nosotros, los ángeles de la muerte tenemos una habilidad de cura parecida a la de los ángeles celestiales, es difícil de explicar pero, simplemente podemos aplicarlo en heridas que puedan causar la muerte de una persona o simplemente, en afecciones como las respiratorias, para estabilizar a ese humano; la herida si es sangrante, solo podemos disminuir el sangrado y si es posible detenerlo pero no podemos cerrarla porque nuestro poder es completamente limitado en este aspecto.

No sabemos si podemos aplicarlo en un alma y aun no lo intentamos al no verlo por entero necesario pues, no es buen momento para perder energías en averiguar algo... Tristemente, esto es muy pocas veces utilizable debido a la gran cantidad de energía que se pierde; no es como resulta con los ángeles, ellos simplemente les basta con posar una mano en alguien afectado y así sea la herida más estúpida, ella sana.

Aarón llego cuando Akira acabó dormida y hasta que no me hube calmado y la adrenalina no terminó de eliminarse, no hablé con él y le hice oídos sordos a sus palabras e ignoré su ayuda siendo Carolina la que si atendía a él.

Estando aquí, me pareció enteramente inaceptable que nunca se haya presentado al momento del ataque ni presentado signos de ayuda y, el verlo tan de pronto y agitado solo me hizo reaccionar con golpearlo en el rostro y sentarle en el acto por la fuerza que utilicé.

Las explicaciones de su parte fueron dadas al estar presente la familia de Akira y allí también aproveche de explicar lo sucedido desde mi llegada... Ahora ¿Por qué Aarón no pudo llegar al momento? Cuatro demonios de la categoría de renombre con el máximo poder de felinos lo tenían bajo su poder y, al momento de haber acabado con los tres que estaban mordiendo a Akira, la manipulación hacia su persona cayó, lo que provocó la defensa del pelinegro sobre el demonio que lo vigilaba; por eso sus heridas, su debilidad y su tardanza.

Se dudó en un principio pero sus disculpas eran sinceras y su argumento era más que valido, él es un Vampiro con poder de renombre solo por un alma consumida y fuertes entrenamientos; el simple hecho de estar hipnotizado por cuatro demonios poderoso era más que suficiente como para no poder poner resistencia.

Los Berglind estaban enojados, furiosos y al mismo tiempo preocupados. Sus miradas eran asesinas a nosotros tres e incluso me cuestionaron por qué no había llegado antes si el sello lo tengo aplicado nuevamente, pero ahora no está, desapareció y entre mis compañeros de escoltaje, no lo tenían cuando llegaron del infierno con algunas heridas pero nada grave.

"Ignoré el sello porque desde el momento de su cambio el malestar ha sido constante, justo cuando sentí cambio fue que llegué de manera apresurada"

Ronald era la persona que más imponente se veía, su aroma era abrumador con el tema del enojo y su mirada a Carolina no era más que desconfianza pura, hasta que ella no dijo palabra y mostró su rodilla en el suelo a modo de respeto hacia Akira, este no se relajó. Se levantó de su puesto y se acuclilló frente a la morena tomando su mentón entre sus dedos para hacerle mirar a los ojos, pidiéndole que repitiera palabras de lealtad con seguridad y eso, mi amiga logró hacerlo. Antes de soltarle le olfateó a ojos cerrados verificando su aroma y luego fue hacia dónde su hija yacía dormida.

Me fue ordenado el hacerme cargo de la escritura de la firma de lealtad de Carolina más su copia y sello, cosa que me encuentro realizando en este momento, delante de una callada presencia.

Secreto entre lazos: ErradicaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora