El hijo de los mares || Percy Jackson en Hogwarts

29. Percy.

Guau más de 💯 votos... Muchas gracias!!! En serio!!

Capítulo largo para compensarlo!!

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Se quedaron parados y en silencio mirando el lugar por donde había salido Firenze, el centauro.

Haberse metido en el bosque prohibido no había hecho más que liarle más los pensamientos a Percy.

Sabía que se avecinaba guerra porque Firenze le había dicho que Marte estaba brillante, pero hasta ahí.

-Deberíamos irnos - dijo Hermione- hasta el momento estamos a salvo.

La frase prohibida. Un hacha de guerra voló por los aires y le cortó un mechón de pelo a Hermione. Esta soltó un grito ahogado.

-No deberías decir eso - dijo Percy - nunca.

Se volvió espada en alto hacia el lugar de donde había venido el hacha. Nada más verlo tragó saliva.

De mitad para arriba toro, de mitad para abajo una armadura de guerra. El minotauro.

-¡Corred! - gritó.

Puede que no fuese los más inteligente, pero, le pareció una buena idea. Sus amigos hicieron lo que dijo al instante. Sin embargo él intentó plantarle cara para ganar tiempo.

-¿Me echabas de menos, Vaca moosa?

El minotauro rugió y se echó sobre él. Percy giró y esquivó la embestida, le golpeó con la empuñadura en la cabeza y salió corriendo.

No miró atrás hasta que una mano le agarró del brazo y estiro de él hacia el lado derecho.

Era una mano más grande de lo común. Se volvió hacia el poseedor de dicha mano. Casi suelta un suspiro de alivio.

Era Hagrid, el guardabosque y profesor del colegio. Miró a los lados y vio a Ron y Hermione encogidos.

-¿Como se os ocurre entrar al bosque?- les regaño Hagrid - y ¿de donde has sacado esa espada?

Percy miró hacia atrás nervioso.

-Deberíamos irnos - dijo Percy - no tardará mucho rato en encontrarnos. Puede oler mi sangre a distancia.

Un rugido en la lejanía. Hagrid tragó saliva sonoramente.

-¿Que es eso? - dijo con un hilo de voz - últimamente hay muchas criaturas extrañas en el bosque.

Un rugido más cercano.

-!Corred! - dijo Ron.
-Lo entretendré - se ofreció Percy.
-Te matará - se quejó Hermione.
-No - dijo Hagrid - vamos a correr todos.

Salieron corriendo. La verdad es que Percy se había armado de valor para ofrecerse y le había gustado la idea de correr.

De repente el paisaje se aclaró y se encontraron en los jardines del colegio.

Se tumbaron en el suelo boca arriba y nadie habló mientras recuperaban el aliento.

-¿Cómo se os ocurre? - dijo Hagrid - entrar al bosque prohibido. Sabía que teníais malas ideas pero no que erais unos suicidas.

Percy recuperó el aliento mirando a Hagrid. Definitivamente no era un humano, al menos no totalmente.

-Estábamos buscando centauros - dijo Ron a su lado.
-¡Centauros! - exclamó Hagrid - ya os lo había dicho, ¡los centauros no se muestran amigables últimamente! Ni si quiera Firenze quiere hablar conmigo.