El hijo de los mares || Percy Jackson en Hogwarts

43. Ron.

Ron no conocía un plan más disparatadamente extraño que el que habían planeado Percy, Nico, Will y él.

Además Ron tenía muy claro que a Hermione y Ginny no les iba a gustar nada de nada. Tenían mucho trabajo por delante y muy poco tiempo.

Ahora corrian todos abriéndose pas cómo podían hacia el castillo. Había monstruos dentro del castillo y algún que otro mortifago.

Los magos no se las apañaban mal del todo pero no demasiado bien.

Ron era la viva imagen de ello. Aún conservaba la varita pero casi no tenía tiempo de utilizarla. Se las tenía que apañar todo el rato con la espada de Godric Gryffindor.

Llegaron a la torre de Gryffindor que tenía el hueco del retrato roto por cortes de espada y agujeros de hechizos.

Entonces Ron se choco contra algo pelirrojo y cayó al suelo.

-Ahh - se quejó.

Al mirar con quien se había chocado se encontró a su hermano George en el suelo.

-Mira por donde vas, Ron - se quejó este.

Ron pidió disculpas y siguió corriendo. Subió a su habitación. Allí le esperaban Hermione, Ginny, Will y Nico. Mientras que Percy rebuscaba en su baúl.

-Ron... - escuchó preocupada la voz de Hermione.

Ron se agachó en su baúl y empezó a rebuscar en busca de un pergamino viejo y en blanco. Lo encontró y escucho la exclamación de Hermione.

-¿De donde? - dijo.
-Hera o Hecate - dijo Percy buscando - por qué no abre mantenido el orden en el baúl.

Percy lo encontró. Sacó una capa semi-transparente de su baúl. La vieja capa invisible de Harry. Se la tendió a Ron que la recogió.

-¿Estas listo? - le preguntó - es peligroso.

Ron asintió.

-Esperad, esperad, esperad - dijo Hermione haciendo el símbolo de tiempo muerto -  contadnos el plan.

Ron se sintió cohibido. No podían contarle el plan a Hermione porque si lo hacían no les dejaría ejecutarlo.

Ron odiaba bastante el plan porque podía salir muy mal pero no podía dejar que Hermione se enterase de ello.

-Habrá sido Hecate - dijo Nico - la única ayuda que suele mandar Hera es borrarle la memoria a la gente y mandarlos a sitios desconocidos.

Un trueno resonó en el cielo y Will se removió nervioso.

-Nico... Te recuerdo que por mucho que nos llevemos mal con Hera sigue siendo la reina de los dioses.

Nadie añadió nada más.

Ron envainó la espada de Godric Gryffindor en una funda de espada que había robado por ahí.

Así podría camuflarse en la capa con mayor facilidad.

Hermione te prometo que volveré - le dio un -beso en la frente - además Nico puede venir a salvarme si lo necesito.

Will dio un paso hacia ellos.

-Pero... sigue habiendo luz. Eso impide bastante el viaje por las sombras.

Percy sonrió.

-De eso me encargo yo. Aunque no durará mucho rato y será leve.

Levantó los brazos y Ron escuchó como una fuerte tormenta comentaba fuera. Las nubes cubrían el sol dejando paso a una gran oscuridad.

Percy no dejaba de sorprenderle.

Todos andaron hasta el hueco del retrato (veinte veces más grande de lo normal) sin decir una sola palabra. Se notaba la tensión en el ambiente. Ron se volvió hacia Ginny, su hermana pequeña.

-Te veo luego - le dijo después de abrazarla.

Después se volvió hacia Hermione. Ron sabía que solía ser un torpe en lo relativo al amor pero sabía que ella estaba mal.

-Volveré - dijo - te lo prometo.

Los ojos de Hermione estaban empañados.

-No lo prometas, hazlo - le dijo justo antes de besarle.

Ron se separó suavemente, se puso la capa invisible y apuntando con la varita al mapa del merodeador dijo:

-Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Mientras el mapa se extendía salió por el hueco sin mirar atrás. Sabía que si lo hacía no podría marcharse.

Bajo las escaleras hasta los campos del colegio pegado a la pared. A veces se le olvidaba que era invisible y se escondía detrás de una columna.

Justo cuando Ron iba a salir del castillo vio el punto de McGonagall rodeado de tres monstruos a escasos metros de donde estaba él.

Echó a correr hacia dónde estaba ella. Al llegar se encontraba a McGonagall rodeada de dos mujeres serpientes.

Se acercó sigilosamente a la primera y desenvainó la espada lentamente, justo cuando iba a saltar sobre McGonagall, Ron la apuñaló por la espalda.

-¿Quién? - dijo la otra.

Ron la apuñalo también.

-¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? - dijo McGonagall.

Ron se quitó la capa de la cabeza.

-Hasta luego profesora - le dijo antes de volver a ponérsela.

Salió corriendo lo más rápido que pudo. Ya había perdido mucho tiempo y los enemigos se hacían más y más numerosos.

Llegó a la puerta principal donde su familia estaba montando una avanzadilla defensiva. Se acercó a Percy y le dio un guantazo en la nuca.

Percy se dio con la pared en la frente.

-Auch - se quejó - ¡George! ¿qué me has hecho?

Ron rió silenciosamente mientras salía del castillo.

Le gustaba ser invisible para tomarle el pelo a Percy, su hermano pesado y perfecto, pero, presentía que no le gustaría para nada su plan de emergencia.