El hijo de los mares || Percy Jackson en Hogwarts

40. Hermione.

Hermione estuvo un largo rato gritando el nombre de Percy por la ventana de la torre de astronomía.

Cuando los mortifagos les habían vencido tanto a él como a ella Percy decidió que tirarse empujando a uno y lanzarle su espada al otro había sido la mejor opción.

Pues Hermione no lo creía. No podía creerse que el héroe que tenía que salvarlos a todos se hubiese tirado desde una torre.

Después de todo ese chico de pelo revuelto, ojos verde mar y un problema de atención se había convertido en su amigo.

Hermione sintió una mano en su hombro y al volverse vio a Ron con los casi tan rojos como su pelo. Estaba siendo injusta con él.

-Tenemos que irnos - le dijo Ron - no nos queda mucho tiempo.

Hermione asintió tristemente y se enjuago los ojos.

Caminaron el uno apoyado en el otro hasta entrar por la puerta del Gran Comedor, allí se separaron y anduvieron en silencio hacia la mesa de los profesores.

Hermione observó que solo quedaban en el comedor los alumnos mayores de quinto curso y bastantes más de Slytherin que la última vez.

Llegaron hasta la mesa de los profesores donde McGonagall les miró con tristeza.

-Se... se ha sacrificado - consiguió pronunciar Hermione.

McGonagall asintió y se volvió hacia Aquiles.

Este llevaba puesto un peto de combate griego y un casco. También llevaba una espada atada a la cintura y un escudo a la espalda.

-Cuatro horas - le dijo McGonagall - ¿estarán preparados?

Aquiles ladeó la cabeza pensativo.

-Sin Percy será muy difícil vencer - dijo Aquiles- haré todo lo que esté en mi mano por defender esta escuela.

Un pensamiento cruzó la mente de Hermione, eso que había gritado Percy antes de saltar... Blackjack... Tenía que ser un nombre.

-Creo que todos los alumnos presentes - dijo McGonagall- debéis saber quién es Percy Jackson.

La profesora se volvió hacia Ron y Hermione. Ella asintió nerviosa.

-Percy Jackson era un...

No acabo la frase.

-Creo que eso debería decirlo yo - resonó una voz conocida por todo el comedor.

Hermione se volvió hacia la puerta del Gran Comedor y allí estaba Percy. Llevaba un peto y un casco con un plumero naranja, como los de Aquiles. Avanzaba sonriente hacia ellos.

-¿No pensaríais ir a la guerra sin mi? - dijo feliz.

Todos los alumnos miraban en dirección a Percy, Ron y Hermione no sabía qué decir. Se las había arreglado para sobrevivir a una caída enorme.

Cuando Percy estaba a mitad de camino Ron y Hermione corrieron a abrazarlo, este sonrió. Se separaron.

-¿Cómo lo hiciste? - le preguntó Hermione- ¿cómo sobreviviste?

Percy se volvió hacia la puerta.

-Que nadie se asuste - exclamó- Blackjack ven.

Un caballo negro con unas enormes alas del mismo color cruzó la puerta del comedor. Era un pegaso.

-Por las barbas de Merlin - exclamó.

Percy se acercó a él, le puso la mano encima y lo acaricio suavemente.