El hijo de los mares || Percy Jackson en Hogwarts

3. Percy.

Entraron a un gran comedor en el que había cuatro mesas más la de los profesores. Por el techo se podían contemplar las estrellas del cielo estrellado.

Percy tuvo un mal presentimiento por un momento pero enseguida se desvaneció. Los alumnos murmuraban a su paso pero Percy procuro no prestarles atención.

Se colocaron en fila y una mujer mayor (debía ser McGonagall) se puso en pie.

-Atención alumnos - dijo - este año hay un nuevo alumno de séptimo curso. Debéis aceptarlo y acogerlo. Él pasara primero.

El sombrero cantó cosas sobre unas casas y sobre un enemigo mayor.

-Perseus Jackson- dijo el hombro de antes.

Percy avanzó a regañadientes.

-Percy - masculló.

Se sentó en el taburete y se colocó el sombrero en la cabeza.

-Ummm - dijo el sombrero en su cabeza - hacia tanto tiempo que no teníamos un alumno nuevo en Hogwarts. Además, desde Harry no había visto a una persona tan Valiente como tú. Eres leal también hay que decirlo, es tu defecto fatal. Harías cualquier cosa por tus amigos. Sobre todo por esa chica. Tampoco tienes memoria por lo que no diré quién eres. Es cierto eres un graecus pero lo tienes aceptado y, además te necesitamos. Un consejo apúntate al torneo de los tres magos. Recuerda los recuerdos están en tu mente solo necesitas el valor suficiente para encontrarlos.

-GRYFFINDOR- gritó.

Se quitó el sombrero y se dirigió a una mesa del fondo que le aclamaba. Se sentó al lado de Ron.

-¿Por qué has tardado tanto? - preguntó Hermione.

Percy se ruborizó.

-El sombrero me estaba echando piropos - dijo con la voz más aguda de lo normal - me ha llamado graecus.

La expresión de Hermione era indescifrable. Cuando iba a contestar McGonagall se puso en pie.

-Bienvenidos alumnos - dijo - quiero recordar que está prohibido entra al bosque prohibido. Este año se celebrará el torneo de los tres magos. Se han añadido grandes medidas de seguridad y nos aseguraremos de que la copa del ganador no sea un traslador. Los alumnos de los otros colegios llegarán mañana. ¡Que aproveche!

La comida apareció en los platos. Percy comió de todo. No se había dado cuenta del hambre que y tenia.

Al terminar la ceña McGonagall se les acercó.

-Granger, Weasley y Jackson a mi despacho - dijo.

Dicho esto empezó a andar. Los tres la siguieron y llegaron hasta un despacho bastante grande. La profesora
McGonagall se sentó en una silla con el respaldo más grande y ellos al otro lado de la mesa.

-Potter no ha venido - concluyó.

Hermione se puso roja.

-Lo siento profesora debíamos haber estado más atentos - dijo - igual algún antiguo mortifago...

McGonagall rió.

-Por supuesto que no - dijo - el señor Potter está vivo - Percy juraría haberla oído decir "de momento " - este es el caso - movió en alto la carta de Percy - hacía tiempo que no llegaba nadie como tú. Y... Menos enviado por ella.

Dijo el ella de diferente manera. Parecía impregnado de respeto y temor.

Profesora, - dijo Hermione- ¿dónde está Harry?

McGonagall se planteó la respuesta.

-En el sitio en el que debería estar, Perseus - dijo.
-Percy - masculló él.
McGonagall le miró con curiosidad. Como si fuese un espécimen raro. Percy sabía que ese no era su lugar. Él no era un mago. Pero... ¿Qué era Percy? No lo sabía. Y nadie parecía dispuesto a decirselo. Su única esperanza era ese torneo, el de los tres magos.

-Jackson- dijo McGonagall- ¿participarás en el torneo de los tres magos?

Percy no se lo esperaba. Percy la miró y contestó.

-Lo ganare - dijo - estoy seguro.

No sabía de dónde salía su seguridad.

-Espere - intervino Ron - yo también quiero. Yo ayudé a Harry con los horrocruxes. Que le dice que mi nombre no saldrá del cáliz.

McGonagall sonrió aparentemente divertida.

-Que el señor Jackson es un héroe - dijo tranquilamente.

Percy sabía que era un héroe, pero, no recordaba sus hazañas. Solo sabía una cosa todo lo que había hecho, todo por lo que había luchado, era por Annabeth, por sus amigos y por su familia. Él no quería ser un héroe, su sangre le obligaba.

Percy miró con melancolía a Hermione. Le recordaba tanto a Annabeth... casi no podía soportarlo.

-Ron - dijo - te juro por la laguna Estigia que yo nunca he buscado ser un héroe. Lo he hecho por pura obligación. Pero, necesito participar en ese torneo. Solo así podré recuperar la memoria. Tengo que volver a casa - la última frase la dijo en voz más baja, casi para sí mismo.

Hermione le miró con aprensión. Percy notaba que intentaba ser empatíca con él pero acababa de perder a un amigo y le costaba.

Percy no le culpaba. Él lo acababa de perder todo y le estaba costando mucho mantener la compostura y no gritar y arrearle puñetazos a todo el mundo.

En ese momento le vino la cara de Annabeth a la memoria está le decía: se fuerte sesos de alga.

El recuerdo desapareció. Sintió una gran frustración.