Ese día, después de lo ocurrido en Isla Refugio, las cosas se volvieron tensas entre las criaturas mágicas del bosque, incluido entre nosotros. A mí nunca me involucran demasiado en esos asuntos. Solo puedo decirles que todos se encontraban muy ocupados, discutiendo sobre el destino y la condena de "El Niño Brujo" después de lo que ocasionó. Así que Lucy no podía venir conmigo, de nuevo...
Por lo general ella venía solo a acompañarme; subia a la torre y se sentaba cerca de mí. Ocasionalmente me ayudaba con los problemas que se presentaban. Y con "ocasionalmente" quiero decir todo el tiempo.
A veces usaba los binoculares para mirar "de un mejor ángulo" a los chicos.
—Me gustaría ponerle bloqueador solar en su bronceada espalda —decía, y la situación se volvía incomoda.
Se refería a Octavio Solaz, el lindo chico surfista que viene a Isla Refugio todos los veranos. Sin excepciones.
La situación era incomoda... porque no podía evitar sentirme celoso... No porque Lucy mirara chicos... Sino, más bien, porque miraba a ese chico en especifico; desde que lo conocí sentí la necesidad de hablar con él... Pero, desde luego, no lo he hecho. Es complicado.
Solo conoce de mí por todas esas veces que Lucy flirteaba con él. Corrección: solo conoce de mí por todas esas veces que Lucy intentaba flirtear con él.
Dudo que sepa mi nombre...
La playa de Isla Refugio siempre tiene gente; es, creo, el lugar más concurrido. Además del pueblo. Hay tres torres de vigilancia en la orilla, yo estoy en la de enmedio. Ese día me encontraba trabajando junto a Camille, una chica nueva, de quizá unos dieciseis o quince años. Su presencia me tranquilizaba un poco. Parecía tener más experiencia que yo. Y, de algún modo, llenaba el vacío que Lucy había dejado...
El día estaba muy tranquilo. Tanto que me permitía a mí mismo observar de vez en cuando a Octavio... Pero solo por momentos. ¿Eso era amor? ¿O solo atracción? ¿O ambas cosas? No lo sabía. Ni lo sé. Solo sabía que al verlo me sentía la persona más idiota del mundo.
Lo miraba deslizarse entre las olas cuando, de pronto, cayó de su tabla. Era obvio pensar que saldría de la superficie y seguramente se reiría junto con sus amigos... pero no. Pasaron unos largos minutos y él seguía sin salir.
Sentí un frío y profundo miedo... recorriendo mi piel. Pero me obligue a actuar, salí de la torre y fuí corriendo hacía las olas. Hasta ese momento, nunca había rescatado a nadie. Solo vigilaba, y Lucy se encargaba de pelear con pirañas vampiro o calamares gigantes. Ahora estaba solo...
Octavio se encontraba en el fondo, ni siquiera se movía. Estaba como congelado; lo tomé y lo llevé a la orilla. Tenía una fea herida en el abdomen que le marcaba unas líneas moradas alrededor de, lo que parecía, una picadura.
Revise su pulso y, para volverlo todo peor, no estaba respirando. Los amigos de Octavian y mucha otra gente se acercó.
Sin dudarlo mucho comenzé a darle respiración boca a boca. No debí hacerlo correctamente, porque Camille me empujó para hacerlo ella misma; inmediatamente consiguió reanimarlo.
—Duele —dijo, usando su temblorosa mano para señalar su picadura. Alguna criatura lo había picado, y no estaba seguro si era una común o una mágica. Si Lucy hubiera estado ahí lo habría resuelto sin problemas, usando su magia curativa... Yo no era tan hábil. Pero podía intentarlo.
Me acerqué y coloque mi mano en su abdomen. Él hizo una mueca de dolor; no sabía exactamente que hacer para usar mi magia. Nunca la había usado. Solo sabía que estaba dentro de mí, en alguna parte. Podía sentirla.
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Simon y Lucy (en edición♡)
FantasyLucy es una joven que pertenece a una legendaria raza de guerreros que juraron proteger a Isla Refugio, y sus habitantes, del mal. Simon es un misterioso forajido, un chico-alienigena espacial cuya llegada les obliga a unirse para enfrentar una oscu...