ADAM
Joy no ha dicho ni una palabra más desde que llegó y me explicó lo sucedido. Estaba temblando. Supuse que era por el frío, así que le cambie la empapada ropa por una más cómoda y seca. Después la llevé arriba para que reposara; me recosté en la cama junto a ella.
—¿Cómo te sientes? —le pregunté, mientras tocaba su frente; seguía muy fría.
—No sé como me siento, Adam...
Intenté con algo distinto.
—¿Qué sientes?
—Me siento distinta —hace una pausa y me mira—. Rara.
—¿Rara bien o rara mal?
—Puedo sentir cosas que antes no... —me toca el pecho—. Siento tú corazón latir. Y puedo sentir que el mío no lo hace... Algo dentro de mí está cambiando, Adam. No sé si eso sea bueno. Pero tengo mucho miedo... No sé cuánto tiempo estuve tirada afuera... fue horrible. Todo era oscuro y frío. Pensé que había muerto...
Le beso la frente.
—Tranquila. Estoy aquí contigo. Y estás conmigo. Nos tenemos a los dos, Joy.
Me abraza y vuelve a llorar.
—El cabello blanco te queda —le digo sonriendo; ella estira un largo mechón para verlo y después me mira, aun tiene los ojos húmedos, suelta una sonrisita triste.
—¿Lo dices en serio?
—Bueno... Tú siempre has sido hermosa... El cabello blanco hace que tus ojos resalten y... hace que te vea más hermosa...
Niega con la cabeza, sonriendo.
—¿Solo por el cabello? Estás exagerando.
—¿Cuando he exagerado? —tomo su mano, mucho más pálida de lo que ya era antes. Su piel entera es tan blanca ahora que parece brillar.
—Mmmm, no lo sé... ¿siempre?
Nos reímos, y después nos besamos.
Más tarde, cuando Joy empieza a sentirse más tranquila. Decido mostrarle el Grimorio que mis padres habían mantenido oculto; le muestro que toda su investigación giraba entorno a ese Grimorio, y a cientos de páginas que se perdieron por todo Isla Refugio.
—¿Así que ese libro perteneció al sumamente atractivo Glendower? —dice ella, recostada aún en la cama—. Del que tanto hablan las personas.
—¿Cómo puedes saber si era atractivo? Vivió como hace mil años.
—Hay estatuas de él por todo el pueblo, ¿no las miraste? Bueno, pues era guapo.
—Joy, eso no es importante —le digo, sosteniendo el Grimorio—. La cosa aquí es que mis padres miraron algo —empiezo a caminar de un lado a otro—. Algo que se acercaba. Algo muy malo. Y trataban de evitarlo.
—Veo que alguien está celoso.
Me detengo y la miro.
—No estoy celoso.
—Los celosos suelen negar que están celosos —sonríe—. Todos saben eso.
Sigo caminando.
—Te equivocas. En fin. Tenemos que colaborar con la gente mágica de Isla Refugio para evitar ese... mal antes de que sea muy tarde...
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Simon y Lucy (en edición♡)
FantasyLucy es una joven que pertenece a una legendaria raza de guerreros que juraron proteger a Isla Refugio, y sus habitantes, del mal. Simon es un misterioso forajido, un chico-alienigena espacial cuya llegada les obliga a unirse para enfrentar una oscu...