Simon y Lucy (en edición♡)

Capítulo 23: "Dualidad"

LUCY

Durante todos los veranos, en Isla Refugio, existe un día en el que, de forma inexplicable, neva por todos lados, trayendo consigo el día más frío de todo el año... Al menos, en esta parte del planeta Tierra. Los humanos llaman a este día como: el Verano Invernal. Lo cual no tiene sentido absoluto pero suena muy bien. 

—Toma —le digo a Simon, dándole un suéter para que se proteja del frío; se encuentra ocupado leyendo el Grimorio, sentado en el escritorio de mi papá. Pasó toda la noche metido en el estudio—. Hará que dejes de temblar. Se llama suéter. Es bueno.  

Deja de leer para tomar el suéter; lo mira arqueando una ceja.

—¿Qué es The Beatles? —me pregunta, mirando el estampado en el suéter. 

—No le tomes mucha importancia a eso. Fue solo una banda de música muy antigua. 

—Los humanos adoran el pasado, ¿no es así? —me dice, mientras se pone el suéter. Se le dificulta un poco, pero lo consigue.

—Eso creo... —mi mente divaga por un momento—. También traje algo de café de el Abejorro de Miel. Dudo que sepas lo que es el café, pero tengo que decirlo, Simon, es una delicia. Tienes que probarlo. 

En ese momento mi papá entra por la puerta, interrumpiendo el momento del café. No se sorprende de ver a Simon en su escritorio, ni parece molesto... Eso es injusto; a mí me dejó estar ahí hasta los once años... 

—Lamento haber entrado sin permiso, Louis —se adelanta a decir Simon, poniendose de pie; creo que se siente intimidado por la persona incorrecta. Entre papá y mamá, mamá da mucho más miedo. En fin—. No podía dormir y... 

Papá levanta la mano para interrumpirlo.

—No te preocupes por eso —sonríe y hace una pausa—. Después de todo eres un Glendower... Aún no puedo creerlo —eso último parece decirlo para sí mismo—. Estoy frente a un Glendower. 

Sí, él siempre ha sido un fanático sobre todo lo relacionado a los Glendower. Me sorprende que pueda contener toda su emoción; casi le brillan los ojos. 

—Solo... me gustaría que supieras que, si necesitas algo o tienes algún problema, nosotros podemos ayudarte... 

—Gracias papá, pero... 

—En realidad, ahora que lo menciona... Esperaba que pudiera ayudarme. 

—¿Ayudarlo? —está casi desmayándose de la emoción—. ¿Cómo? 

—Quiero aprender a controlar mis poderes. Es la única forma de detener a Keobard, la oscuridad en mi interior, de una vez por todas —hace una pausa—. ¿Creé que sea eso posible? 

Sonríe. 

 —Todo es posible si estás dispuesto a luchar por ello, Simon... Digo, Galen... Emm ¿Cómo debería llamarte? 

—Solo Simon —responde—. Y... ¿cuando empezamos? 

Para ayudar a Simon, papá decidió llevarlo al santuario de los antiguos iluminados, debajo de Monte Dragón; un lugar donde meditaban para conectarse con la luz del más allá y esas cosas. 

Nunca había bajado al santuario, es algo oscuro y lúgubre para ser un sitio de iluminación. Además de que está lleno de murales extraños, sin mencionar el polvo que me hace estornudar cada tres minutos.