Lucy es una joven que pertenece a una legendaria raza de guerreros que juraron proteger a Isla Refugio, y sus habitantes, del mal. Simon es un misterioso forajido, un chico-alienigena espacial cuya llegada les obliga a unirse para enfrentar una oscu...
Cuando el domo de energía colapsó, un silencio perpetuo se extendió por todo Corundum. El tiempo pareció haberse detenido por un solo segundo... Después, se desató el infierno. Casi literalmente.
Ambos frentes chocaron entre sí; por un lado, los iluminados de Avalon con sus brillosas armaduras doradas y plateadas, mientras que el otro lado era ocupado por las masivas unidades de la Corte Esmeralda: los temibles Gargodemons, caninos alienígenas similares a grandes lagartos de una piel increíblemente dura. Pocas armas podrían atravesar su superficie.
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Aquellas bestias no eran como cualquier otra criatura que pudiera encontrarse en el universo; no poseían ni siquiera los más minúsculos instintos, razonamiento o inteligencia... Sin duda alguna, aquello no era un ser vivo. Se trataba de un ejército sanguinario creado con nada más que un solo propósito: matar.
—Bah —oí decir a Traulin, el elfo de piel azulada, al momento que desplegaba su inmensa sombrilla negra... Lord Byron—. Una batalla que pasará a la historia con nuestros nombres en ella... Nada nuevo para mí. Estas cosas dejaron de ser interesantes después de lo de Jack Riddle.
Moher, el enano, se rio mientras preparaba su gran mazo, apoyándolo contra su hombro.
—Deja de ser tan vanidoso —parecían demasiado confiados.
Uno de los Gargodemons nos alcanzó, y Moher lo aplastó con un movimiento de su mazo, haciendo estallar su cabeza; las criaturas ni siquiera sangraban.
Toda una oleada se cernía sobre nosotros, manchados con la sangre de soldados que habían caído ante el poder de sus fuertes mandíbulas; Traulin se apresuró a ponerse unos pasos por delante, apuntó con Lord Byron, su sombrilla, en esa dirección y tras enunciar tres veces aquel nombre la sombrilla despidió un rayo de energía concentrada que barrió con los atacantes.
—Hay que terminar con esto... —dijo él, cerrando la sombrilla.
Solo unas horas antes.
LUCY
Cuando una nave del espacio exterior descendió a toda velocidad enmedio del bosque, lo primero que creí fue que era la Corte Carmesí que venía por mi Simon. Sin embargo, cuando salimos a investigar el lugar de aterrizaje, nos sorprendimos al ver el Beyonder de Deckard... Kerouac... El Niño Brujo.
La tripulación había crecido con un nuevo miembro, una chica de cabello corto y oscuro. No era una humana, aunque lo parecía.
—¿Qué hacen aquí? —nos preguntó, igual de sorprendido que nosotros. Imaginaba que seguro se habría equivocado de planeta. Como nadie respondió su pregunta, usó su pulgar para señalar detrás de sí—. Una jodida batalla está a punto de iniciar en Corundum, ¿qué rayos hacen aquí? Esperaba encontrarlos allá.
