Mossanit era una región silvestre, con densas selvas cubriendo la superficie total del planeta; repleto de grandes árboles de hasta cuarenta metros de altura; abundante en insectos y otras criaturas vagamente parecidas a los dinosaurios que alguna vez existieron en el planeta Tierra.
El campamento del que Deckard había oído hablar se encontraba en un terreno llano, oculto entre las ramas de dos gruesos troncos. Quien sabe cuánto tiempo habrán estado ahí; múltiples viviendas simples empezaban a ser construidas en los alrededores.
—¿Te gusta lo que ven tus ojos, Capitán Deckard? —le preguntó Galin al momento que cruzaba junto a él por el campamento—. Ya no tenemos un gran planeta para vivir, pero Mossanit no está nada mal...
—Me preocupa el nivel de oxígeno en la atmósfera... —comentó Chiro, mirando a su alrededor con un rostro de repulsión—. Y la lluvia ácida, también. ¿Por qué escoger este planeta para vivir? Es tan... volátil.
—A mí me gusta —respondió Topher—. Una guarida para forajidos.
—Hay planetas mucho peores —se limitó a decir, encogiéndose de hombros—. Aquí, al menos, abundan los recursos naturales, y es un perfecto escondite para resguardarnos de nuestros enemigos. Estamos con la CPI, ¿saben lo que significa? Que todos los opositores nos destruirían si tuviesen la oportunidad... Justo como sucedió hace años. Ustedes me entienden. Espero.
Deckard permaneció en silencio, pensando en sus palabras.
—¿CPI? —preguntó—. ¿Te refieres a la Comisión Planetaria Intergalactica?
Asintió.
—Ellos mismos. En realidad, a nuestro pueblo no le entusiasma la política; es un montón de tonterías mientras el universo entero se va a la mierda... Pero la CPI ha sido nuestro único apoyo desde la destrucción de Talalunia. Aunque irónicamente, eso nos ha causado problemillas en más de seis sistemas diferentes. Algunos nos reciben como radicales... criminales —movió la mano para restarle más importancia.
Deckard solo asintió a cada una de sus palabras; él sabía a la perfección lo que era vivir como un criminal.
El resto del recorrido por los alrededores del pacífico campamento, que hasta el momento había sido silencioso, con algún que otro comentario del mapache inglés, fue interrumpido por una oleada de talalunianos quienes se aproximaron para recibir a Galin, y conocer a los nuevos visitantes.
Talalunianos, una especie antiguamente imbuida por la misma luz que los iluminados. Entre los talalunianos destacaba sus particulares tonos de piel; celeste muy pálido, perla brillante, o rosado.
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Simon y Lucy (en edición♡)
FantasiaLucy es una joven que pertenece a una legendaria raza de guerreros que juraron proteger a Isla Refugio, y sus habitantes, del mal. Simon es un misterioso forajido, un chico-alienigena espacial cuya llegada les obliga a unirse para enfrentar una oscu...