Capítulo 16: "La Espada de Glendower"

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LUCY

Me interpuse entre ella y las criaturas, invocando mi escudo para protegernos a ambas. 

—¿Estás bien mamá? —le pregunto; me cuesta mantener el escudo y las criaturas son verdaderamente fuertes. 

—¿Estás bien tú? —saca un gran arco de su cabello y me mira. Yo le respondo asintiendo, sin decir nada más.

El escudo no soportará mucho más; ella tensa la cuerda del arco y yo saco mi espada. 

—Detrás de mí, Lucy —me dice, justo cuando el escudo se destruye, las criaturas no esperan demasiado para continuar su ataque. Ella les dispara flechas mágicas, cargadas de energía que explota al impactar en sus cuerpos, pero eso no les hace daño alguno.

Yo me lanzo sobre uno y lo parto a la mitad con un movimiento rápido de mi espada, pero la criatura vuelve a regenerarse en un segundo. 

—Nada funciona con ellos —le digo; está a mi lado, ambas damos pequeños pasos hacía atrás mientras las criaturas se aproximan lentamente, gruñendo y babeando. 

—Tal vez hay algo que funcione... pero necesito que confíes en mí...

—Confió en tí, mamá.

—Y también necesito que me des tu mano. 

Lo hago sin pensarlo dos veces. Sujeto con fuerza su mano, al tocarla siento nuestra luz unirse. Me sorprendo mucho al percatarme de lo débil y escasa que ésta es... Es casi como si no existiera. 

Entonces, cuando la luz fluye en armonía en nosotras, ella invoca a su Espíritu Cósmico: un gran zorro rojo que nos envuelve.

—Te presento a Hofuth —me dice con una sonrisa, subiendome junto con ella a su lomo. 

Nunca había visto un Espíritu Cósmico de ese tamaño, mucho menos uno totalmente corpóreo; el de Henry es más como una nube de luz azul con forma de manta, pero el de mamá es un zorro rojo, uno casi auténtico, aunque más grande y reluciente, con un par de magníficas alas doradas.

Ella parece muy cansada después de invocarlo.

Las criaturas se intimidan por la presencia del zorro, y tratan de huir, pero él las alcanza y, usando solo la luz que emite su cuerpo, desintegra a una de ellas. 

—Es increíble —le digo mientras toco el pelaje cósmico del animal—. Pero creí que... que no podías hacerlo... 

—No puedo —responde—. No yo sola. 

Me quedo en silencio. Sé lo que quiere decir. Nació con una luz interior diminuta, que se agota con facilidad. Muchos iluminados nacen así... muchos de ellos no llegan a vivir demasiado.

No puedo imaginarme lo que es sentir eso... 

—Antes no tenía alas —comenta ella, con toda la intención de romper el silencio—. Es una locura pero... creo que se fusionó con tu luz, Lucy. 

—¿Qué significa eso?

—Nuestros Espíritus se fusionaron. Hofuth tiene ahora parte de mí luz y parte de la tuya: por eso las alas. 

Suena genial.

—¿Hablas en serio? —apenas puedo contener la emoción; ella asiente—. ¿Entonces mi Espíritu Cósmico es algo con alas? ¿Un águila? 

—Existen muchas criaturas con alas, Lucy. Podría ser cualquiera.

—¿Qué es lo que tengo que hacer para liberarlo? —le pregunto, aún jugando con el pelaje del zorro—. Henry lo hizo al tocar a esa bruja marina o algo así. ¿Cómo lo hiciste tú? 

Simon y Lucy (en edición♡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora