ADAM
—Sabes, cuando agotemos todo el dinero de tus padres tendremos que buscar un trabajo —me dice ella, está sentada en el comedor, comiendo más de esos panes que trajo el otro día—. ¿Has pensado en algo?
Yo estoy en la sala, desde ahí escucho su voz, y si me vuelvo puedo verla sentada.
—No había pensado en eso...
—Pues yo sí —dice ella—. ¿Y adivina qué? Ya conseguí un trabajo. En el Abejorro de Miel. Comienzo mañana.
—Joy —empiezo a decirle—, eso aún no era necesario...
—Sobre eso... Adam, hay una cosa que quería decirte...
Pero algo nos interrumpe. Un sonido en la alacena; escucho que ella se levanta para revisar y después me habla.
Se trata de uno de los gnomos hada, está rebuscando entre las cosas, es más bajito que el resto, de piel ligeramente verdosa, orejas puntiagudas; tiene un ala rota. Al vernos nos gruñe como un perro rabioso.
—¡Atrás, humanos! —levanta un tenedor y nos apunta con el—. ¡Grables está armado!
—¿Qué haces aquí? —le pregunto, intentando no sonar amenazante. No quiero que me ataque con el tenedor.
—Grables busca el Grimorio, humano tonto.
—Pero todos se han ido ya —replico.
—¿Estás herido? —le pregunta Joy, compadeciéndose de la criatura.
El gnomo le echa un vistado a su ala rota y después frunce sus pequeñas cejas.
—Fuiste tú, loca.
—Hey, no le digas así —lo pico con una de las cucharas; me vuelve a gruñir, sacando su bífida lengua púrpura.
Joy se acerca a la criatura y aunque ésta se resiste, finalmente la deja tocar su ala lastimada. Sé que se siente culpable por haberlo herido de esa forma.
—Sin sus alas Grables no puede usar su magia —dice él, bajando el tenedor—. ¿Ya le pueden entregar el Grimorio a Grables?
Joy sigue intentando curarlo.
—¿Por qué lo quieren? —pregunto yo.
—Eso es clasificado, tonto.
—¿Clasificado? ¡Casi me matan por ese Grimorio!
Se rie.
—Bueno... Grables tampoco lo sabe —dice, algo incomodado—. Chester, nuestro rey, lo busca. Pero nadie entre los gnomos hada conoce sus intenciones. Es todo lo que Grables sabe. Y solo te lo digo porque tu amiga trata bien a Grables.
Finalmente Joy consigue regenerar su ala.
—¿Te llamas Grables? —le pregunta, al momento que la criatura empieza a batir sus alas para elevarse.
—¿Así que buscan el Grimorio y atacan a las personas solo porque ese tal Chester se los ordena? —le pregunto, pero no me contesta—. ¿Es una especie de tirano malvado?
—Tiene conexiones con seres oscuros —nos susurra—. Desde que se volvió el rey, el pueblo de Grables no se dedica a otra cosa más que robar y buscar ese Grimorio. Ahora los gnomos hada nos cobijamos bajo las sombras... y Grables odia eso. Grables no es malo. Grables quiere ser reconocido en su pueblo, por eso necesita llevar el Grimorio.
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Simon y Lucy (en edición♡)
FantasiaLucy es una joven que pertenece a una legendaria raza de guerreros que juraron proteger a Isla Refugio, y sus habitantes, del mal. Simon es un misterioso forajido, un chico-alienigena espacial cuya llegada les obliga a unirse para enfrentar una oscu...