Capítulo 15: "Dimensión de Rosas"

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LUCY

Ha pasado una semana desde que Simon se marchó; Henry sabe lo que sucedió, y ni siquiera tuve que decirle mucho. Desde aquello me he metido de lleno a las problemáticas mágicas de Isla Refugio; Henry y yo fuimos a investigar la zona de una explosión de luz en el bosque y ahí conocimos a un investigador y su novia mágica: Adam y Joy... y su mascota, Grables, quienes tenían en su posesión el perdido Grimorio de Glendower.

Adam no se negó a entregarnos el Grimorio. Pero sí sacó copias de cada una de sus páginas; la última vez que nos vimos él estaba buscando el pueblo de los gnomos hada. 


—¿Por qué debo hacerlo yo? —le pregunto a mi madre mientras la veo revisar los libros de papá—. Según recuerdo, tú no querías que hiciera misiones "reales".

—Nada a cambiado, Lucy —me dice; es extraño verla metida aquí, en el estudio. Y mucho aún más extraño que me llame por mi nombre. Nunca lo hace—. Pero tu padre no está, continúan intentando dar con el... fugitivo. 

En otras palabras: no tiene opción. 

Con fugitivo se refiere a Kerouac (A.K.A. Niño Brujo) y los intentos de todo Avalon por capturarlo de nuevo, pero dudo que lo consigan. Me aferro a esa creencia. 

—Además —continúa diciendo—, me he percatado de tu estado de ánimo. Y puedo ver que te afectó la partida de tu amigo del espacio. Quizá hacer una misión real como dices, te ayude a superarlo. Es algo que siempre has querido, ¿no? Una misión. 

—Claro que no me afectó —me apresuro a contestar—. Fue hace una semana. Ya hasta olvide su nombre. 

Me mira con los ojos entrecerrados. 

—Sí, claro. Error mío, supongo.  

Es muy, muy incómodo hablar de esto con ella. En realidad es incómodo hablar de cualquier cosa con ella.

—¿Qué hay de Pavel? Él es aparentemente muy listo y brillante... y es tu hijo favorito. Seguro que es de más ayuda que yo.

—Tu hermano está ocupado —se limita a decir.

—¿Besando a su novia la humana? No sé que le vió, ella a él. 

—El amor es ciego, Lucy.

Y sordo, y mudo, y todo, y nada.


Me tiro sobre el escritorio, aburrida, y la veo desde lejos, pasando su dedo por el lomo de más de cien libros antes de encontrar el que busca.

—¿Estás segura de que Henry no puede venir con nosotras? —le pregunto—. Ya consiguió liberar su Espíritu Cósmico. 

Ya se lo he dicho antes pero no me cree; me dice que Henry jamás podrá hacerlo por su estado de "mestizo" pero yo pienso que más bien está celosa. Ella nunca ha liberado el suyo... Bueno, no la he visto hacerlo, y papá nunca lo ha mencionado. 

—Un Espíritu Cósmico no sirve de nada si no se sabe cómo emplearlo —tiene la mirada clavada en el libro—. Y tu amigo Henry es más vulnerable que nosotras. No digo que sea débil, sólo... Pueden matarlo más fácil. 

 —Eso suena casi como si te importara su seguridad. 

 —Me importa. Aunque no lo creas. 

Pues no lo creo. 

Regresa al escritorio y se sienta para ojear el libro que encontró mientras lee celosamente algunas páginas del Grimorio. 

—¿Qué clase de misión aburrida es esta? 

Simon y Lucy (en edición♡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora