- Nunca antes te había visto tan sexy.- dice con cierta dulzura y besa mi mejilla.
Miro mi reflejo en el espejo de su baño; mi cabello estaba sumamente enredado, mis labios hinchados y usaba una holgada camiseta negra que le pertenecía al hombre que sonreía a mi lado.
Debían ser al menos las cuatro de la madrugada; unas ojeras pronunciadas descansaban bajo mis ojos, y sin embargo nosotros permanecíamos enérgicos como si fuese pleno medio día.
- Ya deja de mirarte en el espejo, lo acostumbrarás a tanta belleza y luego no estarás aquí para complacerlo.- bromea.
- ¿No?- pregunto siguiendo la gracia pero algo sentida por su comentario. Pues después de todo con Ares nunca sabrías qué cosas decía con doble sentido, y cuales no.
- ¡Si!- responde al instante.- Digo, puedes venir cuando quieras, claro.
Sonrío en respuesta y continúo:
- ¿Y tus padres?
- Uhm...- comienza, rascándose la nuca.- Pues mi madre se ha ido a una "semana de spa"- rueda los ojos mientras simboliza las comillas con sus dedos- con Martha, la empleada. Mi padre posiblemente esté en algún viaje de negocios, no hemos hablado últimamente.
- Eso explica la casa vacía.
- Ahá, con que por eso era el interés.- sonríe mientras pone pasta de dientes sobre su cepillo. Como si fuese imposible, Ares se veía incluso más sexy desarreglado y a medio vestir, que en camisa y pantalones negros.- No debes preocuparte por eso, es una de las ventajas de tener casa grande. Podríamos hacerlo en el pasillo si quisiéramos y nadie te escucharía gritar.Mis mejillas se acaloran de tan solo pensarlo y aparto la mirada del espejo. No me sentía incómoda, ni tampoco invadida, pero un rastro de vergüenza aún recorría mi cuerpo. Al fin y al cabo, ni yo misma horas atrás me hubiese creído capaz de desnudarme de tal manera.
- ¿Con que ahora te avergüenzas?- Ares ríe y seca su boca con una toalla pequeña que colgaba al lado del lavado.- A mi no me engañas, Aurora; no luego de ver ese precioso lunar que tienes bajo ya sabes donde.
Y sin dejarme responder me carga sobre su hombro y me tira con delicadeza en la enorme cama.
Las sábanas eran grises y la colcha de color blanco. Todo olía a él.
La habitación de paredes azules a la que aquella vez durante la fiesta había entrado ahora se sentía mucho más acogedora.- ¿Qué haces?- pregunto nerviosa al sentir un tibio recorrido de besos por mi abdomen, y el extremo de la camiseta negra subir cada vez más.
- Nada. Ya ha sido suficiente por hoy.- contesta gracioso.- Pero no creas que dormirás con esto puesto estando yo a tu lado.- dice, y me quita la camiseta, tirándola a un lado de la cama.Con algo de rapidez me escondo debajo de las sábanas y tapo mi cuerpo semidesnudo.
Ares se recuesta a mi lado, mirándome en silencio.- Duerme, que pronto necesitarás la energía.- dice, apagando la veladora. Su mano se apoya en mi muslo por debajo de la sábana y suelto un suspiro; de esta manera no iba a ser nada fácil conciliar el sueño.
(...)
La persiana mal cerrada dejaba entrar una enorme cantidad de luz. El reloj de la mesa de luz marcaba las 10:30 de la mañana. ¡En la vida me habría despertado yo a estas horas!
Ares se apoyaba de lado en mi cuerpo, y su brazo tatuado me rodeaba con fuerza la cintura.- ¡Ares!- se escucha un grito lejano. Miro hacia mi izquierda; Ares aún dormía plácidamente, y las sábanas se arrugaban a sus pies.- ¡Ares!- el grito que antes era lejano ya no lo era tanto. Reconocí la voz tras algunos segundos, era Utah.
Sacudo a Ares con rapidez, deshaciéndome de su agarre.
- Ares, ¡Ares!- le despierto gritando por lo bajo.- Es Utah, viene a la habitación.
- ¿Qué? No, eso no es posible.- responde, adormilado.- ¡Ares! ¿Es que acaso tú no escuchas? Charles y Hoyt te esperan en la cocina.- vuelve a gritar su hermano.
Ares se muestra sobresaltado y se apresura a agarrar mi vestido que colgaba de la silla de su escritorio.
- Rápido, al baño.- dice, dándome la ropa y metiéndose de vuelta a la cama.
La puerta de la habitación se abre al mismo tiempo que la del baño se cierra. Podía imaginarme la escena a la perfección; Utah inspeccionando la habitación desde la entrada, y Ares tendido en la cama simulando estar dormido.
- Ares, despierta.- escucho a su hermano decir. Contenía la respiración y mantenía la oreja pegada a la puerta para no perderme ni el más mínimo detalle.
- ¿Qué hora es?- Ares pregunta. No podía verle la cara, pero parecía que la actuación se le daba a la perfección.
- Las 10:30 am. Apúrate, Charles y Hoyt están abajo.- responde. Cuando estaba a punto de soltar todo el aire que retenía al creer que se iba a marchar, pregunta: - ¿Y ese sostén?Busco nerviosa el sostén entre mi ropa, pero claro que no estaba. El sostén al que se refería Utah era mi sostén blanco estampado con pequeñas flores amarillas.
- De ayer a la noche.- responde Ares sin interés, posiblemente encogiéndose de hombros con la almohada aún pegada a la cara.
- ¿En tu habitación?- vuelve a preguntar, extrañado.
- Sí.- cierta irritación se hace notar en la voz de Ares.
- ¿Cuántos años tenía? ¿15?- ríe.- Tal vez la próxima te molestes en elegir una con buen gusto en lencería.- dice finalmente su hermano, cerrando la puerta de la habitación.Salgo del baño con mi vestido puesto. Ares se encontraba sentado en el borde de la cama, frunciendo el ceño mientras se ponía sus zapatos.
- Deberías irte.- dice, sin levantar la mirada.
- Está bien.- respondo segundos luego algo desconcertada. Ares abre la puerta de su habitación y se dirige a la escalera principal.
- No, por aquí no.- espeta.- La sala de juegos tiene una escalera que sale al patio.- y sin decir más, apresura el paso para encontrarse con sus amigos.¿Qué había sucedido? ¿Por que reaccionaba así? Su actitud distante e indiferente hacían que mis ojos se nublasen de camino a la salida.
Tal vez las cosas estaban destinadas a ser así. Yo siempre entregando lo máximo, pero para Ares nunca siendo suficiente.~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
Nota de la autora:¡Hola! Hacía tiempo que ninguno de ustedes se encontraba con una actualización.
Lamento haber demorado tanto con este capítulo que ciertamente es la continuación de uno sumamente importante.
Estaré actualizando con mayor regularidad este mes y el que le sigue, sin dudas.
Espero hayan disfrutado leyendo.
Cuídense mucho,
f

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Pausa
Fiksyen Remaja- Pero es que justamente de eso se trata la Universidad Aurora. De conocer gente, hacerse amigos, expermimentar, ¡vivir cosas nuevas! - Ya, pero todas esas cosas no las tengo que hacer específicamente en Columbia, podría hacerlas perfectamente en la...